“El tamaño del espejo será cinco veces mayor del que actualmente tenemos” en cerro Paranal, la principal instalación que tiene en Chile el Observatorio Austral Europeo (ESO, por sus siglas en inglés), explicó De Zeeuw en una entrevista concedida tiempo atrás a EFE y difundida hoy.
El ESO llevó a cabo esta semana la voladura parcial del cerro Armazones, en la región chilena de Antofagasta, para dar comienzo a la construcción del telescopio más poderoso del mundo, una estructura capaz de captar 14 veces más luz que los actuales y así investigar si hay vida en otras galaxias.
Según De Zeeuw, quien dirige el ESO desde septiembre de 2007, el nuevo telescopio “permitirá mayor sensibilidad de luz, lo cual hará posible observar objetos mucho más distantes”.
“También proporcionará una mejor resolución espacial, es decir, las cosas se verán con más nitidez”, destacó el científico holandés, quien agregó que “una de las razones fundamentales para construir este telescopio es la búsqueda de exoplanetas del tamaño de la Tierra”.
“Vamos a poder ver las primeras estrellas que se formaron, que es algo que hasta ahora no ha sido posible”, señaló.
En la cima del cerro Armazones, de 3.060 metros de altura, se construirá en las próximas semanas una llanura de 200 metros de longitud en la que se ubicará el E-ELT (Telescopio Europeo Extremadamente Grande).
La estructura, de 60 metros de altura y 80 metros de diámetro, contará con 798 espejos de 39,3 metros que en unos díez años comenzarán a explorar los orígenes del universo y los planetas situados más allá del sistema solar.
“Es la primera vez que la Humanidad va a ser capaz de encontrar un plantea similar a la Tierra, eso sucederá en menos de veinte años, una revolución en la exploración del Cosmos”, pronosticó De Zeeuw. “La pregunta que todo el mundo se hace es si existe un planeta similar al nuestro, si hay vida en algún otro lugar del espacio”, comentó el director general del ESO, para quien “la astronomía ya ha empezado a popularizarse”.
Por medio de este ingenio tecnológico se pretende abordar muchos de los problemas astronómicos todavía no resueltos, con la expectativa de que termine por cambiar la visión del universo de manera similar a como lo hicieron las observaciones de Galileo hace 400 años.
“El primer paso fue descubrir que no existía sólo un sistema solar como el nuestro, eso ya cambió la perspectiva y atrajo mucho el interés general”, dijo. “Ahora la gente siempre está buscando noticias sobre si se han encontrado sistemas con planetas similares a la Tierra. Si somos capaces de ver uno así, eso atraerá la atención mundial”, aseguró.
El telescopio que se construirá en Cerro Armazones arrojará luz sobre las “edades oscuras” del universo, cuando la vía láctea tenía medio millón de años.
Gracias a su tamaño, el mayor telescopio óptico del mundo podría contribuir a encontrar vida extraterrestre detectando si los exoplanetas tienen oxígeno en sus atmósferas.
El ESO dispone ya en Chile de tres importantes estaciones de observación, donde ya hay varios telescopios de menor alcance, a las que se sumará ahora la del cerro Armazones, cuyo presupuesto asciende a 1.500 millones de dólares.
Este organismo, en el que participan 14 países, tiene su sede principal en Garching (Alemania), población vecina a Múnich, y está considerada la organización de observaciones astronómicas más grande del mundo.