Lo calificó como un avance que considera “el primer peldaño de una escalera” que promete llevar hacia un nuevo método para medir distancias en el cosmos.
“Una nueva ventana de observación hacia el Universo suele traer sorpresas que no se pueden anticipar. Todavía nos estamos frotando los ojos, o más bien los oídos, porque acabamos de despertarnos con el sonido de las ondas gravitacionales”, expresó el profesor de la Universidad de Cambridge a la BBC.
El pasado agosto, los observatorios Ligo, en Estados Unidos, y Virgo, en Italia, detectaron por quinta ocasión un evento de ondas gravitacionales.
Unos segundos más tarde, varios centros de la Agencia Espacial Europea (ESA) observaron un corto estallido de rayos gamma ligado al mismo evento cósmico.
Al combinar información procedente de ondas gravitacionales y de la luz captada por telescopios, los investigadores han podido aplicar por primera vez una técnica para medir el ritmo de la expansión del Universo que fue propuesta en 1986 por el profesor de la Universidad de Cardiff Bernard Schutz.
Las observaciones también han confirmado que colisiones de esas características producen materiales como oro y platino.
“Esto marca el inicio de una era en la astronomía con 'mensajeros múltiples'. Es como ser capaces de ver y oír por primera vez”, señaló en un comunicado de la Universidad de Warwick Andrew Levan, que ha colaborado en el análisis de los datos observados.
Samantha Oates, de la misma universidad, aseguró por su parte que este descubrimiento “responde a tres cuestiones que han intrigado a los astrónomos durante décadas: Qué ocurre cuando se fusionan dos estrellas de neutrones, qué provoca los estallidos de rayos gamma de corta duración y de dónde surgen los elementos pesados como el oro”.
“Este es un nuevo capítulo en la astrofísica. Esperamos que en los próximos años se detectarán muchos más eventos como este”, dijo el físico Danny Steeghs.
Para Cosimo Inserra, de la Universidad de Southampton, “las observaciones ópticas que se han hecho de esta fuente de ondas gravitacionales han revelado un evento astronómico que nunca había sido observado".
”La naturaleza nos ha ofrecido su regalo más deslumbrante. Las primeras señales de ondas gravitacionales provenientes de la colisión de estrellas de neutrones son una llave que nos ha permitido desbloquear la puerta hacia la respuesta de diversos misterios", sostuvo por su parte la directora del Instituto de Investigación Gravitacional de la Universidad de Glasgow, Sheila Rowan.