La reserva reintrodujo a cinco huemules (una variedad de ciervo que aparece en el escudo del país) que se habían criado en un ambiente controlado a su hábitat natural.
En un acto presidido por el ministro de Medio Ambiente, Pablo Badenier, los científicos de la reserva abrieron las puertas del recinto de más cien hectáreas en el que habitaban los animales para que los dos primeros huemules se introdujesen en la reserva. En ella tendrán que adaptarse y sobrevivir a sus depredadores, como el puma y el zorro culpeo, a los cazadores furtivos y a las enfermedades propagadas por animales domésticos como el perro.
“Para el gobierno de Chile es un acontecimiento muy significativo. Es una especie muy emblemática para Chile, es parte de nuestro escudo, además de un bien que hoy en día está en peligro y es necesario proteger”, explicó a Efe Badenier.
La población de este cérvido, según el ministro, supera por poco los 1.000 ejemplares, por eso la Fundación Huilo Huilo, que gestiona la reserva, apostó hace once años por criarlos en libertad, controlados por un equipo de científicos que estudiaron el comportamiento de estos animales.
“El gran problema para su supervivencia es que son poblaciones muy segmentadas en territorios muy pequeños. Por lo tanto, esta experiencia es muy relevante para reintroducir el huemul en la región de Los Ríos, donde no se encuentra presente de los años 80”, incidió Badenier.
Ahora, Tralca, Llefken, Awe, Choshuenco y Ñom, que así se llaman los cinco huemules liberados, deberán aprender a sobrevivir en un ecosistema particularmente propicio para ellos, encuadrado en el bosque húmedo templado característico de esta reserva.
Este hábitat es rico en lagos y cursos de agua naturales que bajan desde los glaciares y que hacen crecer los helechos y el musgo, el alimento preferido de estos cérvidos de más de metro y medio de longitud y unos 70 kilos de peso y que sólo habitan en la parte sur de Chile y Argentina.
Fernando Vidal, jefe del proyecto, recordó todo el proceso de reintroducción de los huemules a su hábitat natural y agradeció el trabajo de todas las personas que componen el equipo que ha logrado este hito.
“En realidad han sido once años en torno al huemul, once años de trabajo duro. Yo me considero un hombre relativamente duro, pero hoy al inspeccionar los últimos minutos de la liberación, curiosamente los animales se acercaron de forma espontánea a nosotros. Y la verdad, debo reconocer que me quedé helado”, confesó emocionado Vidal.
Por su parte, el director ejecutivo de la Fundación Huilo Huilo, Rodolfo Cortés, destacó que el proyecto que ha sido “súper exitoso” porque ha sido el “único en el mundo” en el que el cérvido ha sido capaz de reproducirse en un ambiente controlado por científicos.
“Sobre el huemul se sabe muy poco. El proyecto ha generado metodología que le permitiría salvarse de la extinción. Ahora el huemul vuelve a la vida silvestre que dejó de habitar por el efecto devastador del hombre”, comentó Cortés.