Los resultados de esta prueba realizada con este nuevo anticonceptivo oral masculino, denominado 11-beta-MNTDC, han sido divulgados durante la reunión anual de la Sociedad Endocrina, celebrada en Nueva Orleans, EE.UU..
La 11-beta-MNTDC es una testosterona modificada que tiene las acciones combinadas de una hormona masculina (andrógeno) y una progesterona, según Christina Wang, investigadora principal y directora asociada del centro de Ciencia Clínica y Traslacional del Instituto de Investigación Biomédica de Los Angeles (LA BioMed).
“Nuestros resultados sugieren que esta píldora, que combina dos actividades hormonales en una, disminuirá la producción de esperma al tiempo que preserva la libido”, anotó Wang.
El estudio se llevó a cabo en 40 hombres sanos en LA BioMed y en la Universidad de Washington, y la píldora anticonceptiva masculina pasó las pruebas de seguridad y tolerabilidad cuando los hombres sanos la usaron diariamente durante un mes.
Diez de los participantes recibieron una cápsula de placebo diariamente con alimentos durante 28 días y los otros treinta tomaron la 11-beta-MNTDC en diferentes dosis: para 14 de ellos fue de 200 miligramos y para 16 de 400.
Entre los hombres que tomaron la 11-beta-MNTDC, la testosterona se redujo a un nivel promedio equiparable a la deficiencia de andrógenos, sin experimentar ningún efecto secundario grave.
Algunos de los participantes sufrieron efectos secundarios leves como fatiga, acné o dolor de cabeza, mientras que cinco informaron de una tenue disminución en el deseo sexual y otros dos describieron una disfunción eréctil leve, pero la actividad sexual no se redujo en ningún caso.
Los niveles de dos hormonas requeridas para la producción de esperma disminuyeron considerablemente entre quienes recibieron la píldora en comparación con los que tomaron el placebo, según los investigadores.
Además, los efectos de la píldora fueron reversibles tras suspender el tratamiento.
Los 28 días de tratamiento son un intervalo demasiado corto para observar la supresión óptima de esperma, según Wang, que planea con su equipo estudios en periodos más largos y después, si se demuestra la efectividad de la píldora, en parejas sexualmente activas.
“La anticoncepción masculina hormonal segura y reversible debería estar disponible en unos diez años”, predijo Wang (este estudio está en fase I; los ensayos clínicos constan de tres fases).
El mismo equipo de investigación que ha probado esta nueva píldora también está experimentando con otro anticonceptivo oral, un “compuesto hermano” conocido como DMAU, con el objetivo de encontrar la fórmula “con menos efectos secundarios y más efectiva”, detalló Stephanie Page, profesora de medicina de la Universidad de Washington.