El satélite cuenta con una innovadora cámara multiespectral de alta resolución capaz de fotografiar inundaciones, zonas quemadas por incendios o erupciones volcánicas.
Sentinel-2B despegó a bordo de un cohete Vega desde el Puerto Espacial Europeo de Kurú, Guayana Francesa, a las 22:49 horas local del día 6 (01:49 horas GMT del día 7).
Su separación del cohete se produjo 58 minutos después y los primeros aplausos en el centro de control no se oyeron hasta las 23:51 (02:51 GMT), cuando llegó la primera señal del satélite desde el espacio.
El Sentinel 2-B, junto a su satélite gemelo ya en órbita desde junio de 2015 (Sentinel 2-A) , fotografiará incendios, inundaciones, ofrecerá servicios útiles para la pesca o sobre la contaminación de lagos y mares, y podrá monitorizar el crecimiento de la vegetación.
Cuando esté completamente operativo, unos tres meses después de su lanzamiento, cubrirá junto a su gemelo la superficie terrestre cada cinco días, las mayores islas y las aguas costeras y continentales -entre las latitudes 56 grados sur y 84 grados norte-.
Desde la Agencia Espacial Europea (ESA) destacan que uno de los mayores retos de la sociedad es garantizar la explotación sostenible de los recursos y los dos satélites Sentinel-2 son una pieza clave para ello: serán capaces de observar de forma periódica y frecuente una misma zona de la Tierra. Así, por ejemplo, obtendrán un gran número de parámetros que son esenciales para monitorizar el crecimiento de las plantas, como los contenidos de clorofila y de agua en sus hojas.
Este tipo de información ayudará a tomar decisiones sobre cuánta agua o fertilizante se necesita para optimizar una cosecha o para definir estrategias que ayuden a mitigar el cambio climático, según la ESA.
Los satélites medioambientales Sentinel-2 medirán asimismo las tasas de deforestación y reforestación y las superficies afectadas por los incendios, y servirán también para monitorizar la expansión urbana y mejorar su planificación.
El instrumento principal de ambos satélites y el que posibilita esta vigilancia de la Tierra es una cámara multiespectral con 13 bandas (a más bandas más materiales en tierra se podrán identificar) de alta resolución, con un campo de visión que barrerá 290 kilómetros.
El satélite está previsto envíe al día unos 60 minutos de datos en varias etapas a las antenas de Maspalomas (Canarias), Matera (Italia) y Svalbard (Noruega). Los datos del Programa Copérnico, al que pertenecen Sentinel-2A y Sentinel-2B, son accesibles y gratuitos a través de internet.
El director del programa de Observación de la Tierra de la ESA, Josef Aschbacher, resaltó que por primera vez un programa de esta envergadura disponga sus datos gratuitamente: hasta ahora, sin contar con el uso de centros científicos o agencias como la NASA, unos 60.000 usuarios se han bajado de la web datos de Copérnico. Por su parte, el director de la ESA, Jan Woerner, dijo que hoy es un buen día, que demuestra las capacidades europeas.
Sentinel-2 contribuirá a entender mejor la Tierra y, por tanto, a tomar decisiones futuras: “tenemos que dar algo al futuro y el espacio es una vía para ello”, señaló a los periodistas Woerner, quien detalló que por cada euro de inversión en el programa Copérnico se recuperan 10 euros para la economía europea.
Preguntado por el “brexit”, el director de la ESA afirmó no apoyar esta decisión, ya que “no solo es un error para Gran Bretaña, sino también para Europa”, y añadió que en la última ministerial de la ESA la contribución de los británicos a la agencia fue positiva.
La misión Sentinel-2 es fruto de la colaboración entre la ESA, la Comisión Europea y la industria. Han participado empresas de 20 países, entre ellas nueve españolas. El contratista principal ha sido Airbus Defense and Space en Alemania.
El Sentinel-2B es el quinto de los satélites del Programa Copérnico que Europa pone en órbita: ya lo están el Sentinel-1A y 1B, el Sentinel-2A y el 3A (la previsión inicial es que este programa incluya veinte satélites, cinco de ellos instrumentos integrados en otras misiones).