¿Por qué fue Gagarin el primer hombre en el espacio?

MOSCÚ. ¿Por qué fue Gagarin el primer hombre en el espacio? Esa es la pregunta que intenta responder la primera película que recibe el visto bueno de la familia del héroe soviético fallecido hace 45 años.

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“Hay algo místico en la elección de Gagarin”, aseguró Oleg Kapanets, productor de “Gagarin. El primero en el cosmos”, película recién estrenada en Rusia.

Kapanets cree que las cualidades morales, más que las habilidades técnicas o físicas, convirtieron a Yuri Gagarin en el elegido para dar una vuelta alrededor de nuestro planeta en 108 minutos, a bordo de la nave “Vostok” el 12 de abril de 1961.

El número dos, Guerman Titov, reconoció muchos años después a la madre de Gagarin que la elección había sido la correcta, ya que a él “no le hubieran querido tanto en todo el mundo”.

Como no podía ser de otra forma, la película trata el ascenso a la gloria de Gagarin, pero en particular la relación con los otros pilotos soviéticos seleccionados para la primera odisea espacial.

“Que el espectador decida por sí mismo. Nosotros creemos que sólo Gagarin podía soportar la tensión del vuelo y, lo que no es menos importante, la presión de convertirse de la noche a la mañana en un héroe para todo el mundo”, dijo.

Titov, quien vio cumplido su sueño el 6 de agosto de 1961 al subirse a bordo de la nave Vostok-2 con una cámara de cine al hombro, “quería ser el primero con todas sus fuerzas y nunca escondió el trauma que le supuso ser el segundo”.

“Cuando ya era muy mayor, Titov reconoció que, cuando fue a recibir a Gagarin tras su aterrizaje, más que abrazarlo, quería ahogarlo. Gagarin era abierto y honesto. Quería ser el primero, pero se alegraba de los éxitos de los demás. En cambio, Titov era más introvertido y ambicioso”, dijo.

El general Nikolái Kamanin, organizador de la preparación de los primeros cosmonautas de la URSS, quería que fuera Titov el primero en volar, ya que lo consideraba más disciplinado que Gagarin, al que lo veía demasiado emocional.

En cambio, agregó Kapanets, el padre de la cosmonáutica soviética, Serguéi “Koroliov, un auténtico profeta, entendía que sólo podía ser Gagarin, al que consideraba una persona íntegra en la que se podía confiar”.

En una escena de la película, Kamanin alude a que Gagarin vivió de niño en una zona ocupada por los alemanes, lo que mancillaría sus credenciales ideológicas; mientras Koroliov replicó que Titov ocultó la muerte de su primer hijo durante los entrenamientos.

La presión a la que estuvo sometido Gagarin y sus compañeros fue brutal, tanta que el tercer cosmonauta seleccionado, Grigori Nielúbov, “se tiró al tren” en 1966, tras ser expulsado de la escuadrilla de cosmonautas soviéticos por indisciplina.

La película también recoge episodios desconocidos de la historia de Gagarin, como la difícil relación que mantuvo con su padre, un carpintero de carácter adusto, que no compartía las ambiciones de su hijo.

“Su padre era un hombre de campo y quería que su hijo siguiera sus pasos. En cambio, Yuri soñaba con volar. Koroliov fue el auténtico padre espiritual de Gagarin”, apunta.

Kapanets considera que su película es muy necesaria, puesto que, sorprendentemente, “Gagarin no es un símbolo nacional, ya que durante los últimos 20 años los rusos han sido educados con los héroes y los valores morales del cine de Hollywood”.

“Existe un gran abismo entre la actual generación y la soviética. Queríamos mostrar que en la URSS también había gente digna. Logramos ser los primeros en llegar al espacio después de haber sufrido lo indecible durante la guerra. Eso es un gran hito”, destaca.

El productor reconoce que no fue fácil convencer a la familia del cosmonauta, pero que sin su autorización el proyecto nunca hubiera prosperado. “La familia echó por tierra numerosos proyectos. Yo les prometí que sería una película honesta, que no exageraríamos ni un ápice ni buscaríamos el escándalo. Me comprometí a retirar aquello que no les gustara, pero les enseñamos la película y les encantó”, dijo.

La reacción de los cosmonautas que conocieron a Gagarin, como Alexéi Leónov o Valeri Bikovski, también fue muy positiva, al igual que la del centro de entrenamiento de cosmonautas, donde la cinta se ganó una gran ovación.

La película concluye con varias frases en forma de epitafio, en las que se alude a que la vida de Gagarin tuvo una primera parte, muy feliz, y una segunda, trágica, ya que tras su gesta nunca más volvió a volar.

“No le dejaron volar. Temían que sufriera un accidente. Los dirigentes lo convirtieron en embajador de la Unión Soviética y lo utilizaban como tarjeta de visita. (El dirigente soviético, Leonid) Brezhnev le tenía una gran envidia”, señala.

Kapanets se propone producir una segunda película sobre los últimos siete años de vida de Gagarin, quien murió en un misterioso accidente de aviación el 27 marzo de 1968.

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