El estudio, que se publicará en el número de esta semana de la revista Science, establece un vínculo directo entre la cantidad de cigarrillos fumados por una persona en su vida y el número de mutaciones registradas en las células de distintos órganos del cuerpo.
“Hasta ahora, sabíamos que fumar estaba asociado a muchos tipos de cáncer, pero lo que no sabíamos eran los mecanismos que lo producía. Lo que vimos es evidencia de que el tabaco realmente causa mutaciones en diferentes órganos del cuerpo”, explicó hoy a Efe Ludmil Alexandrov, investigador del laboratorio estadounidense Los Álamos, que lideró el estudio.
“Con este estudio, podemos cuantificar el daño que uno hace a su propio material genético al fumar. Si uno consume un paquete al día durante un año puede causar un promedio de 150 mutaciones en sus pulmones”, agregó.
Para realizar el estudio, los investigadores analizaron el genoma de unos 5.000 tumores de fumadores y no fumadores y luego identificaron marcas de las mutaciones asociadas con el cigarrillo, pues cada proceso siempre deja huellas particulares, una especie de firma.
En esa línea, los científicos pudieron vincular una de las huellas, denominada firma 4, con el daño en el ADN provocado por una exposición directa al humo del cigarrillo. “La firma 4 parece ser la consecuencia directa de un error en la réplica del ADN inducido por los carcinógenos del tabaco”, detalló Alexandrov.
Las mutaciones causadas por el daño genético que provocan esos carcinógenos fueron detectadas principalmente en los órganos que tuvieron un contacto directo con el humo inhalado, como los pulmones.
Sin embargo, también descubrieron daños en otros órganos y tejidos que no habían tenido una exposición directa: en esos casos, el tabaco no había provocado cambios en el ADN de las células, pero sí había afectado sus mecanismos internos. De esa forma, los científicos descubrieron un promedio de 97 mutaciones al año registradas en las células de la zona de la laringe, 39 en la faringe, 23 en la boca, 18 en la vejiga y 6 en las del hígado.
Alexandrov consideró que esta investigación aporta también una advertencia para los fumadores “sociales” o los que creen que consumir “un cigarrillo de vez en cuando no los afecta”. Incluso de esa forma, sostuvo, también se producen cambios en las células de los pulmones, mutaciones que con el tiempo pueden provocar cáncer.
Al menos seis millones de personas fallecen cada año en todo el mundo a causa del cigarrillo.
La Organización Mundial de la Salud predice que, si esa tendencia continúa, más de mil millones de muertes estarán asociadas en este siglo con el tabaco.