El bautizado como “miniFlame” es un conjunto de comandos derivados del virus Flame, detectado en mayo de este año y que Kaspersky definió como “la que puede ser la más sofisticada arma cibernética jamás desplegada” y cuya autoría el Washington Post ha atribuido a Estados Unidos e Israel.
“Con Flame, Gauss (otro programa similar) y miniFlame, probablemente hayamos rascado la superficie de masivas operaciones de ciberespionaje que se están llevando a cabo en Oriente Medio”, explicó en un comunicado Kaspersky.
MiniFlame, que puede operar independientemente sin el módulo Flame, permite capturas de pantalla, espiar programas de mensajería instantánea, el explorador Internet Explorer, el Mozilla, el Microsoft Office u otros como el Adobe Acrobat o clientes FTP.
Este nuevo virus, detectado en julio de 2012 por los expertos, “es una herramienta de ataque de alta precisión quirúrgica” contra objetivos, sobre todo, en Líbano, Francia, Estados Unidos o Irán y permite el control total del equipo, algo que no sucedía con Flame.
El nuevo virus, al contrario que Flame y Gauss, que atacó especialmente Irán y Sudán, no parece enfocado en una sola región o país, aunque se han identificado hasta seis versiones del programa, que han infectado ordenadores en territorios Palestinos, Irán o Líbano.
Medios estadounidenses ya han revelado detalles de operaciones de ciberespionaje que fueron responsables de ataques contra equipos informáticos vinculados al programa nuclear iraní, en una guerra encubierta con el régimen de Teherán.
No obstante, Kaspersky indicó que “el verdadero propósito final sigue siendo oscuro y la identidad de las víctimas y atacantes sigue siendo desconocida”.
La semana pasada, el secretario de Defensa, Leon Panetta, alertó sobre el peligro de que Estados Unidos se enfrente a un “ciber Pearl Harbor”, un ataque que podría poner en jaque a infraestructuras vitales en el país y que sugirió podría estar orquestado por “naciones agresoras o grupos extremistas”.