La investigación realizada por el Instituto de Investigación Infantil Murdoch de Melbourne, publicada en la “Revista de la Salud del Adolescente”, es el primer estudio de este tipo sobre el estado mental de menores con pubertad precoz.
Este estudio señala que los menores con pubertad precoz avanzan mucho menos “en términos de su mundo emocional” que los otros niños de su edad y son más vulnerables que los otros porque “ cargan con esta vulnerabilidad durante los cambios difíciles que trae la pubertad”, indicó George Patton, uno de los investigadores.
Además, los menores con pubertad precoz, especialmente las niñas afectadas por esta condición entre los 8 y 9 años, tienen una mayor tasa de problemas mentales que sus pares, agregó Patton.
Los niños con pubertad precoz que fueron sujetos de estudio “estaban ansiosos y estaban menos relacionados socialmente y rendían menos en la escuela”, explicó el experto.
La investigación también reveló que los niños con pubertad precoz experimentan los mismos problemas psicosociales que las niñas, pero además tienen más problemas de conducta que sus compañeros de la misma edad, según recoge la cadena local ABC.
Los problemas sociales, emocionales y de conducta son comunes entre las personas que atraviesan por la pubertad y éstos incluyen la ansiedad, la depresión, la tendencia a herirse, la agresividad y la tendencia al abuso de sustancias.
Sin embargo, cuando la pubertad es precoz, esta vulnerabilidad a este tipo de problemas mentales se adelanta cronológicamente, de acuerdo al estudio realizado entre 3.500 menores australianos.
Un aspecto interesante en el estudio es que detectó que los problemas mentales ya eran evidentes a los cuatro años, mucho antes de que los menores entraran al período de la pubertad.
“Estos niños daban la sensación de encontrarse en un camino de la vida diferente desde temprana edad”, apuntó Patton a la ABC.
Según los registros históricos vinculados al inicio de la pubertad señala que entre 1830 y 1960, la media de la edad en que comienza este desarrollo en las mujeres ha caído en ese período de los 17 a los 13 años, una variación que los expertos atribuyen a una mejor nutrición y a un índice de masa corporal más elevado.
No obstante, desde 1960 se ha dado otra caída mayor en la edad media del inicio de la pubertad, comentó el científico al poner como ejemplo los casos de las niñas danesas a las que ya les comienza a crecer los pechos a los diez años, aunque la edad en que tienen su primera menstruación no ha variado.
Actualmente se está investigando factores genéticos y ambientales para explicar estos fenómenos, pero sea cual fuera la respuesta, Patton insistió en que los niños con pubertad precoz necesitan una mayor ayuda para superar este período difícil de sus vidas.