Esta selección de madera biodegradada podría estar relacionada con funcionalidades de la hoguera asociadas a la producción de humo, como el ahumado de carne o pescado, el tratamiento de pieles o como repelente contra mosquitos, según un comunicado de la Universidad de Valencia.
En el estudio, realizado por investigadoras de este centro, de la Universidad Côte-d'Azur y del Centre National de la Recherche Scientifique de Francia y publicado en la revista Journal of Archaeological Science, se analizaron las alteraciones anatómicas producidas por hongos en la madera de las hogueras.
Los resultados de esta investigación sobre restos leñosos en los yacimientos del Abric del Pastor y El Salt (Alcoy) constituyen la primera evidencia arqueológica de la existencia de hogueras con la finalidad de producir humo, en el contexto del este de la Península Ibérica, durante el Paleolítico Medio, hace unos 50.000 años.
Además, este estudio apunta a que los neandertales tendrían el mismo conocimiento que los Homo sapiens sobre las propiedades combustibles de la madera presentada en la naturaleza bajo distintos estados: madera verde, muerta, degradada por hongos o podrida.
Respecto a la metodología, Paloma Vidal, del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la universidad valenciana, explicó que es el primer análisis cuantitativo en el Paleolítico Medio sobre las alteraciones anatómicas producidas por la acción de los hongos en la madera.
Estas modificaciones se analizaron con el microscopio y se detectaron matices en la gestión de la leña en distintas hogueras paleolíticas, sugiriendo el uso preferente de madera muerta y degradada por hongos por parte de los grupos neandertales.
Asimismo, una de las hogueras estudiadas proporcionó restos de leña con una tasa de alteración por hongos más elevada que el resto de conjuntos.
Con ello se aproxima estadísticamente a los conjuntos experimentales compuestos por madera parcialmente podrida y sugiere que la madera fuera seleccionada por su estado.
Además, la identificación botánica de los restos de madera carbonizada aportan una información valiosa sobre la conformación del paisaje en el pasado y cómo ha ido cambiando la vegetación a lo largo del tiempo, según Vidal.
El análisis permite conocer que el paisaje leñoso durante las ocupaciones neandertales en el este peninsular estaba formado por extensos bosques de pino salgareño, conífera que se encuentra actualmente por encima de los 1.000 metros sobre el nivel del mar.
Este hecho revela que el clima durante el Paleolítico Medio, en el interior de Alicante, donde se ubica Alcoy, sería más frío y húmedo que en la actualidad. Este estudio se realizó aplicando el protocolo de análisis publicado en un artículo anterior por parte de dos de las firmantes del presente trabajo.
Dicho método consistió en la realización de combustiones experimentales y el estudio cuantitativo de las alteraciones anatómicas producidas por la acción de los hongos en la madera recolectada en distintos estados en que se puede presentar en la naturaleza.