Aunque la agencia no ha especificado una nueva fecha de lanzamiento, ésta no será por lo menos hasta dos años después de lo previsto, es decir, en 2018, a causa de las órbitas relativas del planeta rojo y la Tierra.
“Nos hemos quedado sin tiempo”, reconoció este martes en una conferencia telefónica sobre la misión InSight el administrador asociado del directorio científico de la NASA, John M. Grunsfeld.
La decisión de posponer el lanzamiento se tomó después de que el lunes se llevase a cabo una prueba de resistencia en la que se sometió la nave a menos de 45 grados celsius y se observaron las fugas.
El objetivo de la misión InSight es medir los movimientos sísmicos de Marte para ayudar a los astrónomos a entender los temblores y el interior del planeta rojo, ya que la mayor parte de información que de él se dispone hoy en día corresponde a la superficie.
Dado que Marte se encuentra a mayor distancia del Sol que la Tierra, su movimiento orbital es más largo, por lo que los planetas azul y rojo no volverán a alinearse hasta después de 26 meses, es decir, en mayo de 2018, fecha para la que podría fijarse el nuevo lanzamiento.