Envuelto en la oscuridad antes del amanecer, el ICESat-2, de media tonelada y un valor de 1.000 millones de dólares, fue lanzado a bordo de un cohete Delta II desde la base de la Fuerza Aérea Vandenberg en California a las 06:02 am (13:02 GMT).
“¡Tres, dos uno, despegue!”, dijo el comentarista del lanzamiento en la transmisión de la NASA.
“El ICESat-2 está despegando en una misión para explorar las capas de hielo polar de nuestro planeta en constante cambio”, agregó.
El lanzamiento marca el final de casi una década sin que la NASA tuviera un instrumento en órbita para medir la superficie de la capa de hielo en todo el mundo.
La anterior misión, el ICESat, se lanzó en 2003 y finalizó su trabajo en 2009.
Considerada “excepcionalmente importante para la ciencia”, la nueva misión ayudará a mejorar las previsiones del aumento del nivel del mar, según Richard Slonaker, ejecutivo del programa ICESat-2.
El satélite debería revelar detalles sin precedentes sobre el actual espesor del hielo en las regiones polares, vulnerables al calentamiento global.
La mediciones serán “extremadamente precisas”, con un margen de error inferior a la anchura de un lápiz, dijo Kelly Brunt, miembro del equipo.
La misión precedente, el ICESat, permitió a los científicos saber que la capa helada estaba adelgazando y que el hielo desaparecía de las zonas costeras de la Antártida y Groenlandia.
En este periodo de nueve años, una misión de un avión, llamada Operation IceBridge, ha volado sobre el Ártico y la Antártida “tomando medidas de altura y documentando el cambio en el hielo”, afirmó la NASA. Pero se necesita urgentemente una actualización.
La dependencia de la humanidad en combustibles fósiles como fuente de energía significa que la acumulación de gases que producen el calentamiento global continuará.
La temperatura global promedio está creciendo: cuatro de los años más calurosos en los tiempos modernos se han registrado entre 2014 y 2017.
Este calentamiento provoca que la capa de hielo se reduzca en el Ártico y Groenlandia, y a su vez elevando el nivel del mar, una amenaza para cientos de millones de personas residentes en las costas.
El ICESat-2 debería ayudar a los científicos a entender en qué medida el hielo que se derrite está elevando el nivel del mar.
“Vamos a ser capaces de ver específicamente cómo el hielo está cambiando en el curso de un solo año”, dijo Tom Wagner, científico del programa criósfera en la NASA.
ICESat-2 está equipado con un par de láseres -uno como respaldo- más avanzados que los de la precedente misión ICESat.
Aunque poderoso, el láser no será lo suficientemente caliente como para derretir el hielo desde su punto de observación a unos 500 kilómetros sobre la Tierra, dijo la NASA.
El nuevo láser se disparará 10.000 veces en un segundo, en comparación con el ICESat original que hacía 40 disparos.
El resultado es un grado mucho más alto de detalle, similar a tomar 130 imágenes de un solo campo de fútbol, contra lo que sería tomar una imagen de cada poste de gol.
Las mediciones se tomarán cada 0,7 metros a lo largo del camino del satélite.
“Una de las cosas que estamos tratando de hacer es caracterizar el cambio que está ocurriendo en el hielo, y esto va a mejorar enormemente nuestra comprensión, especialmente en áreas donde no sabemos la dimensión del cambio en este momento”, explicó Wagner, mencionando el interior profundo de la Antártida como una de esas áreas inciertas.
La misión debe durar tres años, pero tiene combustible suficiente para continuar por 10 si los jefes de la misión deciden extender su duración.