El periodista asegura que los lectores de noticias en internet crean sus propios periódicos a base de retazos de diferentes diarios en múltiples plataformas, por lo que el “pecado original” de este periódico fue precisamente estar disponible solamente para el iPad de Apple durante su primer año de vida.
Aunque posteriormente también llegó al iPhone, a los dispositivos Android de Google y al Kindle Fire de Amazon, la primera gran publicación para ordenadores planos “no pudo encontrar a tiempo una audiencia lo suficientemente amplia” como para convencer “de que era un modelo de negocio sostenible a largo plazo”, reconoció el presidente de News Corp., Rupert Murdoch, al anunciar su cierre.
El magnate de la comunicación, que construyó su vasto imperio a partir de un pequeño diario en su Australia natal hace seis décadas, calificó The Daily como un “inteligente experimento en la publicación digital y un vehículo increíble para la innovación” que sin embargo verá el fin de su corta vida el próximo 15 de diciembre.
La tecnología y otros activos del diario, incluyendo parte de sus empleados, serán transferidos al New York Post, también propiedad de News Corp., y su fundador, Jesse Angelo, ocupará el puesto de editor de ese tabloide con efecto inmediato, aunque “la marca sobrevivirá a través de otros canales”, aseveró el empresario australiano.
Desaparece así un ambicioso proyecto que se anunció en febrero del año pasado como el pionero de un nuevo tipo de prensa escrita bajo el lema “nuevos tiempos demandan un nuevo periodismo”, que contaba con el respaldo nada menos que del segundo mayor conglomerado mundial de medios y de la compañía más valiosa del planeta: Apple.
“Creo que The Daily se va a convertir en un modelo de cómo contar noticias”, confió entonces Murdoch, quien añadió que sus “ambiciones son muy altas, nuestros costes muy bajos”, refiriéndose a la inversión inicial de 30 millones de dólares que realizó para su lanzamiento, más unos costes operativos de medio millón a la semana.
Si bien el diario pudo celebrar que en su primer año de vida alcanzó los 100.000 suscriptores anuales y se convertió en la aplicación de noticias más descargada de iTunes en 2011, los analistas de medios afirmaban que necesitaba al menos el doble de abonados para ser viable.
La primera luz roja que avisó sobre la desaparición de este diario, que cobra 99 centavos de dólar a la semana y 39,99 dólares al año, se encendió en julio pasado, cuando anunció el despido de 50 de sus 170 empleados.
“No puedes crear una marca completamente nueva y levantar un muro de pago cuatro semanas después mientras limitas su publicación a internet y esperar que la gente lo compre”, dijo hoy uno de los reporteros que perdió su trabajo en verano, Trevor Butterworth, según reproduce el blog especializado en medios de Jim Romenesko.
Otros, como el profesor de crítica periodística de la Universidad de Nueva York (NYU), Jay Rosen, atribuyen el fracaso a que no delimitó el público al que quería dirigirse, mientras hay quienes, como el periodista de WebProNews, Chris Crum, atribuyen el fracaso a la falta de contenidos que se diferenciasen de los que ya están disponibles de forma gratuita en la web.
Sea cuál sea la razón, la rápida desaparición de The Daily hace evidentes las dificultades que afrontan los medios de comunicación para encontrar nuevas vías para ser rentables y complica el nacimiento de más iniciativas que busquen delinear el camino hacia el que deba dirigirse la prensa escrita.