Descubierto en la cadena de montañas Annamite (norte de Laos), el esqueleto de entre 46.000 y 63.000 años de antigüedad constituiría el conjunto de restos humanos más antiguos jamás descubiertos en el sureste de Asia, según el estudio publicado por la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS, por su sigla en inglés).
Este descubrimiento también muestra que los primeros seres humanos no siguieron solamente la costa cuando migraron desde África hacia Australia, como lo habían afirmado algunos investigadores, sino que también se instalaron tierra adentro, en lugares poco conocidos.
“Este esqueleto revela que la migración desde África hacia el este y el sur de Asia se hizo de manera bastante rápida y que, una vez en el lugar, los seres humanos vivían en ambientes a los que no estaban acostumbrados”, explicó Laura Shackelford, antropóloga de la Universidad de Illinois (norte de EE.UU.) en Urbana-Champaign.
Restos humanos de aproximadamente la misma edad habían sido descubiertos en China y otros lugares del sureste asiático, pero ninguno reveló una fecha tan determinada como los de Laos.
Este descubrimiento va de la mano con estudios genéticos que indican que hubo asentamientos humanos en la región hace al menos 60.000 años.
“Tomando en cuenta su edad, el esqueleto podría ser un antepasado directo de los primeros migrantes a Australia”, precisó Shackelford en un comunicado.
El esqueleto fue descubierto en 2009 a más de dos metros bajo tierra y luego un equipo de investigadores llevó a cabo distintos métodos para determinar su antigüedad.