Microsoft tiene una visión a lo grande, con un evento de lanzamiento previsto para este jueves en Nueva York y gastos de marketing estimados, según la revista Forbes, en entre 1.500 y 1.800 millones de dólares.
Windows 8 estará disponible en 109 lenguas en el mundo entero. “Es un producto absolutamente esencial”, afirma Bill Gates, cofundador de Microsoft y presidente de su consejo de administración, en una entrevista publicada el lunes en la página de internet de Microsoft. “Lleva Windows al mundo táctil”.
El sistema operativo de Microsoft todavía está presente en el 90% de las computadoras personales del mundo. Pero éstas se encuentran en constante desaceleración frente a los aparatos móviles, que a menudo presentan pantallas táctiles, como las tabletas o los teléfonos inteligentes.
Pero si se tienen en cuenta estos nuevos dispositivos, que utilizan sobre todo el sistema operativo de Google -Android- o de Apple -iOS-, la porción de mercado de Microsoft cae dramáticamente a un 30%, según estima el instituto de investigación Forrester.
Como otros analistas, Frank Gillett de Forrester evoca “el cambio más radical desde que el Windows original remplazó al (sistema operativo) DOS” a comienzo de los años 1990.
“El lanzamiento de Windows 8 es una etapa muy importante para Microsoft” que “redefine sus tecnología y su estrategia para reaccionar ante el desarrollo de los aparatos móviles de pantalla táctil” , señala.
Entre los cambios emblemáticos revelados por los medios se encuentra la supresión del menú de inicio que será reemplazado por una serie de botones en la pantalla.
El sistema “parece bien adaptado a las nuevas formas de aparatos informáticos como las tabletas, incluso cuando hay quien se pregunta si es adecuado para las computadoras personales y los portátiles tradicionales” , señala el instituto Gartner.
No obstante, considera que Windows 8 es un “riesgo que Microsoft debe tomar para seguir siendo relevante en un mundo dónde los aparatos móviles (...) se convierten en la norma”.
Período de aprendizaje
La acogida podría ser reservada entre los clientes tradicionales de Windows, potencialmente desconcertados ante la importancia de los cambios.
“Todo el mundo se verá sometido a un período de aprendizaje, algo que podría perjudicar a Microsoft” , previene el analista independiente Jeff Kagan.
Entre las incógnitas se encuentra la acogida que tendrá entre las empresas, que representan la mayor parte de la clientela de Windows hoy en día, pero que prefieren productos ya conocidos. Todavía lejos de haber adoptado las tabletas, utilizan a menudo versiones relativamente antiguas de Windows, como la XP.
En cuanto al público en general, Frank Gillett anticipa que “la perspectiva de un aprendizaje para la nueva interfaz podría empujar a algunos a buscar otras soluciones” .
Por ejemplo, quienes todavía dudan entre Mac o Apple a la hora de comprar una computadora, podrían, ante la necesidad de adaptarse al nuevo sistema, optar por la opción del grupo de la manzana.
Los fabricantes de aparatos electrónicos, afectados de lleno por la caída del mercado de las computadoras personales, tienen altas expectativas con Windows 8: Microsoft indicó la semana pasada haber recibido casi 800 millones de dólares en preventas del sistema, es decir, una alza del 40% frente a la versión precedente, el Windows 7.
Sin embargo el instituto Forrester espera una adopción relativamente lenta del programa, que podría no instalarse definitivamente hasta 2014, el tiempo que llevaría a sus usuarios “digerir la transformación”.