Ulises Navarro, parte del grupo de emprendedores, explica a Efe que crearon este jabón líquido con la intención de que fuera “bondadoso” con el medio ambiente. Ya que sus componentes, continúa, se degradan en 21 días, y el producto no hace espuma y no contiene los colorantes, fijadores o ablandadores de agua que son utilizados en los detergentes y suavizantes comerciales.
Desde que comenzaron a trabajar en el proyecto, el grupo -conformado por un ingeniero químico, un mercadólogo y un administrador- tuvo claro que querían hacer un producto “bajo la premisa de que entre más se utilizara, más beneficio generara” para el medio ambiente y para el ahorro.
“Estábamos buscando la fórmula para que el detergente pudiera hacer el mismo lavado, con la misma calidad o hasta mejor, pero con menos impacto, menos residuos y menos recursos”, asegura Navarro.
Tras algunos años de experimentación crearon un detergente neutro al que llamaron “Newen” que economiza agua, tiempo y dinero, afirma Humberto Ramos, uno de los creadores. “Lo que proponemos es una mejora en el método de uso. Cada vez que una persona lave, va a evitar la parte del enjuague en el ciclo de lavado y le ayudará a ahorrar tiempo, consumo energético y sobre todo entre 25 y 80 litros de agua, de acuerdo con la capacidad de carga de la lavadora”, explica. Añade que las trazas o huellas que dejan típicamente los agentes detergentes que se utilizan permanecen en su invento inactivas e inertes en la ropa y en la piel. Por lo que el detergente que diseñaron no necesita de enjuague ni dejan ásperas las prendas, puntualizó.
Los creadores afirman que la utilización de este jabón también ayuda a cuidar la economía, pues rinde más y las personas no necesitan utilizar suavizantes ni ningún otro suplemento para dejar la ropa limpia y aromatizada. “Se tiene que utilizar poco producto, de 10 a 30 mililitros por lavadora contra los 100 mililitros de detergente tradicional, más una cantidad similar de suavizante. Eso representa 75 % menos de químico que se va al medio ambiente”, dice Navarro.
El detergente líquido es complementado con una barra de jabón hecho a base de aceite de coco y de pino que ayuda a quitar las manchas complicadas sin contaminar. Estiman que desde que comenzaron a vender el producto han ayudado a ahorrar cerca de 250 millones de litros de agua, producto del lavado cotidiano. Además, señalan que el agua con los residuos del jabón ecológico se puede reutilizar en el aseo del hogar e incluso para regar plantas.
Los jóvenes, originarios de Guadalajara, en el occidental estado mexicano de Jalisco, comenzaron a desarrollar el producto en 2013 y un año después iniciaron con su comercialización en mercados “orgánicos” itinerantes y pequeños establecimientos en la ciudad dedicados a la venta de productos artesanales locales. Ahora distribuyen el producto con ventas en línea y en pequeños comercios y mercados alternativos de la mayoría de los estados de México, pues afirman que prefieren apoyar la economía de los comerciantes locales a que su producto sea vendido en los supermercados.
No obstante, continúan con sus planes de expansión, porque los creadores adelantan que están en proceso de generar una nueva versión con ingredientes activos extraídos de plantas de caña y de palma que se podría degradar en una semana. Además, buscan que el producto sea utilizado en hoteles y restaurantes para aminorar el impacto ecológico de sus actividades.