Cerca de 14.000 personas en 23 estados han podido recibir potencialmente una inyección infectada por un hongo parásito producida por la firma de preparación de medicamentos New England Compounding Center (NECC), con sede en Massachusetts (noreste) , que retiró del mercado todos sus productos y cesó sus operaciones.
Estas inyecciones epidurales de esteroides están destinadas a tratar el dolor de espalda causado por hernias de disco o dolor en las articulaciones.
Tres personas tratadas con otros dos productos de NECC también contrajeron meningitis fúngica, llevando a las autoridades sanitarias de Estados Unidos a ampliar el campo de sus investigaciones de potenciales personas afectadas.
Aunque precisaron que aún no habían confirmado la posible relación existente entre los fármacos elaborados por NECC y esos tres casos de meningitis, las autoridades sanitarias señalaron que la cuestión de la esterilidad de los productos NECC era “un tema de preocupación”.
Entretanto, investigadores criminales de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) rondaban este martes las oficinas del fabricante farmacéutico.
“Es parte de nuestra investigación en curso... para investigar a fondo el alcance y la causa de este brote de meningitis fúngica”, dijo a AFP Sara Clark-Lynn, portavoz de la FDA.
Clark-Lynn declinó comentar sobre si existían cargos penales pendientes o confirmar que los investigadores criminales formaban parte del equipo que llevaba a cabo la experticia.
Pero el diario The Boston Globe publicó fotos en su sitio web de agentes con chaqueta azul que llevaban las letras amarillas “FDA OCI” -que pertenecen a la Oficina de Investigación Criminal de la FDA- en las afueras del edificio de oficinas de NECC.
El aumento del brote generó llamados de mayor regulación de la poco controlada industria de compuestos farmacéuticos.
Los críticos dicen que los fabricantes de medicamentos encontraron una manera de eludir la estricta y costosa supervisión catalogándose a sí mismos como farmacias, lo que les da mayor libertad para mezclar compuestos farmacológicos para los pacientes.
Por lo general, los síntomas de la meningitis aparecen entre una y cuatro semanas después de la inyección, pero en algunos casos pueden tardar varios meses, dijeron funcionarios.
La meningitis fúngica es una infección rara y no transferible, que inflama las membranas que protegen el cerebro y la médula espinal.