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EL CALENDARIO CIVIL
Como tantas otras culturas alrededor del mundo, los mayas llegaron a la conclusión de que las estaciones se repiten en un periodo de aproximadamente 365 días. También usaron meses para dividir este año, pero a diferencia de nuestros meses que intentaban contar las apariciones de la Luna, sus meses contaban la cantidad de números de su base matemática.
Nuestro sistema matemático se basa en contar hasta 10, probablemente porque tenemos 10 dedos en nuestras manos. Cada 10 unidades pasamos a un nivel superior, la decena. Cada 10 decenas pasamos a otro nivel, la centena. Cada 10 centenas vamos al nivel de los miles. Y así, sucesivamente. Pero los mayas contaban no solo con los dedos de las manos, sino que aparentemente también con los dedos de los pies. O sea, contaban hasta 20. Así, solo después de cada 20 unidades pasaban a un nivel superior, que sería algo así como la decena maya. Cada 20 decenas mayas pasaban a otro nivel, lo que llamaríamos la centena maya. Cada 20 centenas mayas iban al nivel de los miles mayas. Y así, sucesivamente.
Así, el mes del calendario civil maya se llenaba con 20 días. Seguidamente, si continuamos con esta lógica, el año civil podría llenarse con 20 meses de 20 días, dando 400 días, pero infelizmente necesitaban algo práctico: un año de 365 días. La solución fue quedarse con apenas 18 meses mayas, lo que suma un año de 360 días. Este valor se corregía todos los años agregándole un grupo de 5 días, dando así 365.
CALENDARIO RELIGIOSO
El calendario religioso era totalmente diferente al calendario civil. Se usaba para los rituales y para hacer horóscopos y predecir el futuro. Sorprendentemente, no tenía meses que debían llenarse con días, sino que usaba dos series paralelas de periodos semejantes a semanas. Así, un tipo de semana tenía 13 días y el otro tipo de semana era una serie de 20 días. Lo más extraño es que ambas series corrían no de manera intercalada, sino que simultáneamente, como si se tratase de dos calendarios paralelos. Entonces, para decir una fecha en el calendario religioso, los mayas no decían hoy es el día tal del mes tal, sino que invocaban a ambas series paralelas al mismo tiempo y decían algo así como hoy la semana de 13 días marca el día tal y la semana de 20 días marca el día tal. Este sistema tenía sentido porque, como una semana tenía 20 días y la otra solo 13, se desfasaban rápidamente y marcaban fechas distintas durante bastante tiempo. A los 260 días se sincronizaban nuevamente y el ciclo recomenzaba. Esto sería el año religioso maya.
MARCANDO LOS AÑOS
Un problema era que tanto el calendario civil cuanto el calendario religioso mayas no contabilizaban los años. A nadie se le ocurrió colocar un año cero para el inicio de estos calendarios. Rodaban continuamente, pero nadie sabía qué año era.
Pero, una vez más, como ambos calendarios corrían en paralelo, era posible hablar de una fecha específica invocando a los dos al mismo tiempo. Así, se podía decir algo así como yo nací en el día en que el calendario civil marcaba tal fecha y el calendario religioso marcaba tal fecha. Este sistema tenía sentido porque como un calendario tenía 365 días y el otro 260 días, se desfasaban rápidamente y marcaban fechas distintas durante los 52 años siguientes. A los 52 años se sincronizaban nuevamente y el ciclo recomenzaba, con el inconveniente de que aparecerían fechas de nacimiento repetidas. Pero no había drama pues, de todas formas, la expectativa de vida del ciudadano maya promedio no solía llegar hasta los 52 años de edad.
CALENDARIO MILENAR
Desde luego, los líderes que mandaron construir los gigantescos monumentos mayas tenían otras necesidades: sus hazañas debían ser recordadas por las generaciones venideras. Entonces se ideó un calendario milenar, conocido como Cuenta Larga.
Había que buscarle un año cero, y como en tantas otras culturas alrededor del mundo, aparentemente se decidió que fuera desde la creación del mundo. Esto ocurrió, según calculaban (no sabemos cómo), allá por el año 3114 antes de Jesús.
En este sistema la creación del mundo ocurrió en fecha 00.00.00.00.00. Los días se sumaban comenzando por la casilla de la derecha y al llegar a 20 se saltaba a la siguiente casilla; siempre hacia la izquierda. Aquí los mayas se tomaron dos libertades: la segunda casilla no llegaba hasta 20, sino que hasta 18, lo que recuerda al segundo periodo civil maya (el que nosotros llamaríamos mes), y los siglos mayas tampoco llegan a 20, sino que hasta 13 (número aparentemente sagrado; recordemos la semana de 13 días). Este calendario cuenta los días de manera muy parecida a como lo hace el odómetro que cuenta el kilometraje de un auto. La última fecha que cabe en el odómetro del tiempo es de 12.19.19.17.19 días (en números mayas) desde la creación del mundo. Luego de esta fecha, si avanzamos 1 día más, todas las casillas vuelven a cero, como en el cuenta kilómetros de un automóvil añejo (aunque los investigadores más puristas usan 13 en vez de cero en la casilla de la izquierda).
Un dato para la anécdota: este fin de los días maya caerá el 21 de diciembre del 2012. Así que a nadie sorprenda que los apocalípticos de siempre ya estén lucrando con el tema. ¡Salud!
aldoloup@hotmail.com