Se trata del primer estudio global sobre la situación de los humedales (lagos, ríos, marismas, zonas costeras y marinas, lagunas litorales, manglares y arrecifes de coral) que efectúan expertos de la Convención de Ramsar sobre los humedales.
Las evaluaciones realizadas han permitido determinar que entre 1970 y 2015 desapareció aproximadamente el 35% de humedales del planeta y que la tasa anual de pérdida se aceleró a partir del año 2000.
Las causas principales son el cambio climático, el crecimiento demográfico, la urbanización en las zonas costeras y deltas fluviales, y los cambios en las maneras de consumir, lo que ha modificado a la vez la manera en que se usa la tierra y el agua en le agricultura.
Por regiones, Asia posee las mayores extensiones de humedales del mundo, con el 31,8 % del total, seguido de Norteamérica (27,1%) y América Latina y el Caribe (15,8%).
La adhesión de un Estado a la Convención de Ramsar (por el nombre de la ciudad iraní en la que se suscribió en 1970) implica que éste debe designar al menos un humedal para ser incluido en una lista de humedales de importancia internacional protegidos.
Actualmente, existen 2.200 sitios Ramsar en todo el mundo que abarcan más de 2,1 millones de kilómetros cuadrados, una superficie mayor que la de México. Sin embargo, los humedales -incluyendo los no protegidos- representan en total más de 12,1 millones de kilómetros cuadrados, lo que implica que sólo el 18% cuenta con alguna protección.
Aunque se escuche hablar poco de ellos bajo el término “humedales”, estos son esenciales para la vida porque proporcionan prácticamente toda al agua dulce que se consume en el mundo. Además, más de mil millones de personas dependen de ellos para su subsistencia y el 40% de las especies de la Tierra viven y se reproducen en ellos.
Las principales amenazas directas para los humedales son el drenaje del agua, la contaminación, las especies invasoras, la perturbación de los caudales debido a los embalses y la acumulación de los sedimentos por la deforestación.
Según el informe, otro peligro mayor es que más del 80% de las aguas residuales se vierten en los humedales sin tratamiento adecuado, así como el uso de fertilizantes que llegan hasta ellos y los contaminan.
En términos de biodiversidad, la desaparición gradual de los humedales pone en riesgo a las especies que habitan en ellos y se calcula que hasta una cuarta parte está en peligro de extinción. En base a ejemplos exitosos, el informe recomienda establecer incentivos económicos o ventajas fiscales para que las comunidades y empresas protejan los humedales.