El trabajo fue hecho por astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC). Esta investigación está encabezada por Adur Pastor Yabar dentro de su tesis doctoral dirigida por María Jesús Martínez González y Manuel Collados, y el primero de ellos explicó a Efe que en otras estrellas se había observado que los ejes no están alineados, pero en el caso del Sol se asumía dicha alineación.
El hallazgo se produjo al analizar datos obtenidos por medio del satélite Solar Dynamics Observatory (SDO), con los que se ha estudiado la evolución temporal del campo magnético del Sol durante aproximadamente cinco años. Durante la investigación se encontró una débil señal oscilatoria que se supo estaba asociada a la rotación diferencial solar, señaló Adur Pastor Yabar, quien comentó que el Sol rota más rápido en el ecuador que en los polos.
Si bien novedoso en el caso del Sol, este desalineamiento no es exclusivo de las estrellas, y así en la Tierra también se observa que los ejes magnético y de rotación no están alineados. Otra similitud entre el caso solar y terrestre consiste en que en ambos objetos se observa que cada cierto tiempo la polaridad magnética se invierte aunque en periodos de tiempo diferentes para cada caso.
Ahora, la gran pregunta es saber a qué se debe ese desalineamiento, y para dar respuesta a esa pregunta es necesario continuar con el estudio del Sol tanto desde el espacio como desde la Tierra. Y es que en el conocimiento de nuestra estrella se está en “pañales”, y aunque hay muchos grupos de investigación que estudian el Sol la información que nos llega de este “inmenso” astro es muy limitada, señaló Pastor Yabar.
La mayor parte de los datos provienen de las capas más externas de la estrella, siendo muy limitado el acceso al interior del Sol. El entendimiento del funcionamiento solar es fundamental ya que su importancia en nuestras vidas es esencial, comentó el investigador, quien agregó que, en ese sentido, misiones como la de Solar Dynamics Observatory llevan a cabo una monitorización precisa del Sol que permite seguir ahondando en la comprensión de nuestro astro.
La Agencia Espacial Europea (ESA) tiene previsto lanzar al espacio en 2018 la misión Solar Orbiter, que recorrerá casi mil millones de kilómetros hasta ponerse a la altura de Mercurio con la finalidad de estudiar el magnetismo solar, su actividad explosiva y los efectos inmediatos en la vecindad de la estrella.
Con Solar Orbiter se estará del Sol más cerca que nunca y será el primer satélite, desde Ulises, que se saldrá de la eclíptica, que es el plano en el que orbitan todos los planetas, para así ver los polos del Sol con una perspectiva privilegiada, añadió el investigador.