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“Este tipo de dispositivo puede mejorar su confort térmico cuando viaja en un día caluroso o siente frío en la oficina”, dijo Renkun Chen, un profesor de ingeniería mecánica y aeroespacial en la UC de San Diego, quien encabezó el grupo de estudio.
Ya existe en el mercado una gran variedad de parches y vendas que suministran calor o frío y que pueden aplicarse en las rodillas, los pies, las manos, el cuello o los hombros.
También hay parches adhesivos que emplean, habitualmente, una combinación de alcanfor y mentol, y que en general se usan para aliviar dolores musculares o en las articulaciones.
Pero estos dispositivos cubren sólo una pequeña parte del cuerpo y muchos de ellos requieren la inmersión o el relleno con fluidos tales como el agua. Y, además, son remedios con duración limitada a unas pocas horas.
Los ingenieros de la UC diseñaron su dispositivo, activado por una pila, para que pueda usarse de manera conveniente y cómoda y, dado que es liviano y flexible, podría integrarse fácilmente en las ropas.
El parche blando y elástico enfría o calienta la piel del usuario a medida que la temperatura del ambiente cambia, y los inventores dicen que podría ayudar a ahorrar la energía que se usa en el aire acondicionado y la calefacción.
El parche está hecho de aleaciones termoeléctricas -esto es, que usan electricidad para crear una diferencia de temperatura- colocadas entre dos láminas elásticas y da calor o refresca la piel a la temperatura que el usuario elija.
“Si el uso de este dispositivo puede hacer que uno se sienta cómodo dentro de una gama de temperaturas más amplia, no se necesita bajar el termostato tanto en verano o subirlo tanto en el invierno”, explicó Chen.
El dispositivo está todavía en la etapa de prueba del concepto y los diseñadores han experimentado con una banda elástica colocada alrededor del brazo de un hombre
Las pruebas se llevaron a cabo en un ambiente con temperatura controlada y en dos minutos el parche enfrió la prueba del sujeto a una temperatura de 32 grados Celsius.
El parche mantuvo esa temperatura aun cuando la del ambiente fluctuó entre 22 y 36 grados Celsius. “El propósito último es la combinación de múltiples parches para crear prendas 'inteligentes' que puedan usarse para calentar o enfriar el cuerpo”, concluyó el científico.