Según el estudio, en el que participaron 388 pacientes con ictus y 732 voluntarios sanos y cuyos resultados publica la revista European Journal of Neurology, la obesidad abdominal constituiría una medida para predecir el riesgo de ictus isquémico más eficiente que el índice de masa corporal, sobre todo en las mujeres
La investigación estuvo liderada por los neurólogos del Hospital del Mar Ana Rodríguez y Jaume Roquer, investigadores también del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), que concluyeron que las medidas de obesidad abdominal sirven para predecir el riesgo de sufrir un infarto cerebral.
El infarto cerebral isquémico, o ictus isquémico, se produce cuando una parte del cerebro deja de recibir sangre súbitamente debido a la oclusión de alguna de sus arterias.
Según los investigadores, entre los factores de riesgo están las interacciones ambientales, genéticas y sistémicas, como la obesidad, que afecta a un 22,8 % de los españoles y que se asocia a 28.000 muertes anuales en España.
Roquer explicó que generalmente las mujeres presentan un mayor porcentaje de grasa corporal, pero su acumulación en la zona abdominal es mayor en los hombres y propone medir la obesidad abdominal en lugar de evaluar la grasa corporal global a través del índice de masa corporal para predecir el riesgo de ictus.
“El motivo es que el perímetro de cintura refleja mejor el grado de adiposidad que el índice de masa corporal, sobre todo en el sexo femenino”, detalló Ana Rodríguez.
“Los datos estadísticos muestran que un mayor índice de masa corporal previene el riesgo de infarto cerebral en hombres, lo que concuerda con la denominada 'paradoja de la obesidad', que relaciona la obesidad con una menor mortalidad y recurrencia de ictus”, según Rodríguez.
La neuróloga añadió que “la obesidad abdominal, considerada independientemente del índice de masa corporal, constituye un factor de riesgo para ambos sexos, aunque mucho más acusado en mujeres”.
“El índice de masa corporal -precisó- no es un indicador fiable para la predicción del riesgo de ictus, ya que nos informa del peso, pero el peso se puede deber a la grasa -que es la que aumenta el riesgo de padecer ictus- y del peso de la masa magra. Personas muy corpulentas y con mucha masa muscular pueden tener un IMC muy elevado y no tener grasa”.
En esta investigación, los médicos calcularon el índice de masa corporal (IMC) y la obesidad abdominal -esta última, mide la circunferencia de la cintura y el ratio cintura/altura- de los 1.120 participantes.
Tanto los pacientes como el grupo de control mostraron índices de masa corporal parecidos, aunque la circunferencia de cintura y el ratio cintura/altura eran mayores en los pacientes de ictus.
Hasta ahora, estudios previos habían asociado claramente la obesidad con enfermedades cardiovasculares, pero no con el riesgo de sufrir un infarto cerebral isquémico.