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El cuerpo de la joven, de aproximadamente 15 años, aún conserva sus órganos intactos, tanto que la sangre todavía está presente en el corazón y en los pulmones.
Aunque el rostro presenta ciertas deformidades propias del tiempo transcurrido (alrededor de 5 siglos), los rasgos faciales están mayormente bien conservados.
Y para llegar a ese nivel de preservación no se hecho ningún esfuerzo. El aire frío y seco, propio de la cordillera, ha hecho todo el trabajo.
Los científicos que se ocupan de este descubrimiento, creen que se congeló hasta morir mientras dormía y luego de 500 años aún se ve como "una niña lista para dormir".
En su nueva cámara funeraria de acrílico, la temperatura del interior se estabilizó a -18º C, lo que la mantiene en un estado de congelación constante.
El blog Differentphotos4you (en inglés) publica varias fotografías donde se observa el perfecto estado de conservación de la niña inca, así como el trabajo de los científicos en el laboratorio junto a ella.