“La luz que emite el ordenador no llega a ser tan dañina como la de los rayos del sol, pero deteriora la dermis”, explicó la esteticista, que acaba de escribir el libro “Belleza inteligente”.
Como hoy en día es imposible dejar de trabajar con el ordenador, “lo ideal es hacer más hincapié en el cuidado de la dermis”, explicó la experta en belleza, quien recomienda “exfoliar la piel para que respire y se oxigene, además de aplicar cosméticos que incluyan en su fórmula antioxidantes”.
En el mundo de la belleza existen tendencias y novedades que se ocupan de planchar las arrugas. “Ahora lo más novedoso son las ondas de choque y las microcorrientes con guantes que modelan el óvalo fácil”, indico.
La higiene facial es la base de la belleza. “Aunque no se maquille, es fundamental limpiar la piel todas las noches y después nutrirla. Por la mañana volverla a limpiar y aplicar hidratación y pantalla solar”.
Navarro consideró que la belleza inteligente consiste en saber envejecer con dignidad y sin obsesionarse con las arrugas y la flacidez, además de cuidar la piel con productos acordes con la edad y en las cantidades adecuadas.
Tras cuarenta años de experiencia, la esteticista recordó que el mundo de la belleza ha evolucionado a la velocidad de la luz y se han introducido nuevos cosméticos y una aparatología al servicio de la piel que ha dejado fuera de carrera a tratamientos primitivos.
“Pero con lo que no ha podido la ciencia, la investigación y el desarrollo ha sido con los masajes manuales, un auténtico lujo en los tiempos que corren”, comentó. Pionera en introducir en España las máquinas que modelaban el cuerpo, a Carmen Navarro le gusta trabajar la belleza junto con otras disciplinas que ayudan a equilibrar la energía como la cromoterapia.
En cuanto a los cosméticos, la experta puntualizó que los productos más demandados son aquellos que contienen trufa blanca o negra e ingredientes marinos.
Por su centro han pasado la princesa de Asturias, Leticia Ortiz, la baronesa Carmen Thyssen, la princesa Beatriz de Orleans, la modelo internacional Eugenia Silva o la actriz Belén Rueda. “Me llena de orgullo que se pongan en mis manos para estar bellas, porque su rostro y su cuerpo se exponen al escrutinio de la mirada ajena”, concluyó Navarro.