Se trata de un grano cultivado de Bolivia de forma orgánica con la tradición de los pueblos indígenas, que ha sido requerido este año por la propia Agencia Espacial de Estados Unidos NASA y aspira a ser considerado en el mercado gourmet mundial.
Agricultores, cocineros y representantes de la organización no gubernamental Innovare e Hivos promovieron esta semana las delicias del alimento que no obstante de sus propiedades no es muy demandado ni el mercado local, ni muy usado en la cocinas del país.
Además de Bolivia, el grano se cultiva en Chile, Ecuador y Perú y ha demostrado ser resistente a sequías e inundaciones, lo que demuestra su valor para garantizar la seguridad alimentaria.
El valor culinario del grano fue discutido por los expertos en la escuela gastronómica Manq'a de la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, que es impulsada por el empresario y chef danés Claus Meyer.
“Es importante la articulación de actores y la revalorización del patrimonio alimentario regional para que se genere un diálogo y encontrar alternativas para incorporar en la dieta de los bolivianos este alimento”, dijo a Efe, Ángel Ramos, director del Movimiento de Integración Gastronómico Boliviano (Miga).
Para Mario Vargas, especialista en tecnología e innovación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) , la cañahua es el nuevo súper grano por sus virtudes nutritivas y su capacidad de resiliencia para afrontar el cambio climático.
“La cañahua es un grano de oro en términos nutritivos, me parece un poco más exquisita que la quinua en ese sentido y también en términos de producción ya que este grano puede soportar el cambio climático”, subrayó Vargas en declaraciones a Efe.
En el mismo evento participó la quechua Trigidia Giménez, considerada la mayor productora de cañahua de Bolivia y quizás del mundo puesto cultiva al menos 80 hectáreas de cañahua al año en el municipio andino de Toledo, del departamento de Oruro (oeste). Según Giménez, el grano tiene un alto porcentaje de proteína y fósforo y es un “energizante natural y ayuda a la agilidad mental”.
“Estamos muy orgullosos de producir uno de los mejores alimentos como es la cañahua, un grano que ha sobrevivido a la conquista española, a la migración y al olvido”, dijo Giménez.
Con los saberes antiguos que le transmitieron, la indígena quechua cultiva tres variedades del producto que luego se convierten en harina y en hojuelas, si bien aconseja usar también el grano para hacer ensaladas y pures como acompañamiento en las comidas. Giménez está orgullosa de que el valor nutricional de este grano tan “poderoso” haya llegado desde sus cultivos hasta la NASA, donde disfrutaron este alimento en barras energéticas y galletas.
“La cañahua se va directamente a la NASA a través de una empresa de Cochabamba, yo me sorprendí porque es un gran logro para un productor”, expresó sobre esa experiencia.
Para este año prevé exportar al mundo entre cuatro a cinco toneladas por medio de una empresa privada, La Coronilla, pero también quiere enfocar su trabajo en la promoción para alentar el consumo interno.
Para el 2018, se plantea elaborar desayunos en base a cañahua y sopas instantáneas para dar más opciones a los consumidores. De acuerdo con Gabriela Silva, gerente de Innovare, con reuniones como la realizada entre productores y expertos gastronómicos se ayuda a que este producto olvidado vuelva a llamar la atención de los bolivianos y en especial de los jóvenes con nuevas propuestas donde se incorpore la cañahua.
Es así que los estudiantes de Manq'a presentaron una diversidad de opciones para degustar alimentos realizados en base a la cañahua, como una infusión aromatizada con limón, empanadas preparadas en base al grano con harina de amaranto, hamburguesas hechas con cañahua y quinua, además de un pastel de chocolate.