El descubrimiento muestra que la capa de gas que envuelve la Tierra tiene un radio de 630.000 kilómetros, 50 veces el diámetro del planeta.
“La Luna orbita por dentro de la atmósfera terrestre (...) No éramos conscientes hasta que recuperamos las observaciones realizadas hace más de dos décadas por SOHO”, dijo en un comunicado de la ESA Igor Baliukin, del Instituto de Investigación Espacial ruso y autor principal del artículo que presenta los resultados.
La agencia precisó que en la zona donde la atmósfera se funde con el espacio exterior hay una nube de átomos de hidrógeno denominada geocorona.
Un instrumento del satélite SWAN usó sus sensores para detectar con precisión hasta dónde llegaba el límite de esa nube, observaciones que son solo posibles en momentos puntuales del año, cuando la Tierra y su geocorona quedaban a la vista de esa herramienta.
El estudio, según añadió la ESA, ha revelado que la luz solar comprime los átomos de hidrógeno en la geocorona de la cara diurna de la Tierra y produce una región más densa en la nocturna.
La agencia apuntó que aunque esas partículas “no suponen una amenaza para los viajeros espaciales de las futuras misiones tripuladas que orbiten la Luna”, “la mala noticia es que la geocorona terrestre podría interferir en futuras observaciones astronómicas efectuadas cerca de la Luna”.
El observatorio espacial SOHO orbita a unos 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en dirección al Sol y lleva más de dos décadas estudiando esa estrella, desde su núcleo hasta la corona exterior y el viento solar.
El equipo de investigadores analizó imágenes de la Tierra y de su atmósfera capturadas por el SWAN en tres ocasiones entre 1996 y 1998, que contenían unas vistas “únicas” de la totalidad de la geocorona y que, según los expertos, han permitido arrojar “nueva luz sobre la atmósfera terrestre”.