El estudio realizado por un equipo de investigadores australianos de diferentes instituciones reveló que ambos medicamentos, del grupo de los fármacos antiinflamatorios sin esteroides, pueden reducir las posibilidades de sufrir cáncer de piel hasta en un 18%, especialmente en personas con antecedentes.
El equipo de expertos, liderado por la profesora de la universidad de Manchester (Reino Unido) Adèle C. Green, se basó en el análisis de nueve casos, estableciendo la relación entre el uso de dichos medicamentos y el riesgo de padecer cáncer de piel.
Pese a la conexión, el equipo advierte de que todavía no se han precisado los efectos secundarios que estos medicamentos pueden provocar si se utilizan para combatir el cáncer de piel.
Los investigadores señalan en el informe que los resultados deben ser corroborados con otros estudios, pues hay factores que no se han podido establecer con exactitud, como las horas de exposición al sol o las dosis de medicamentos tomados por los pacientes.
Una de las razones que podría facilitar que el ibuprofeno y la aspirina prevengan el cáncer de piel es que reprimen una enzima llamada “COX-2”, relacionada con el desarrollo de tumores, sostienen los expertos.
En cualquier caso, puntualizan que la mejor forma de prevenir el cáncer de piel es evitar la exposición directa a los rayos del sol durante horas, así como utilizar crema protectora contra éstos.