La planta ha sido construida en el estanque de Sakasamaike, situado en la prefectura de Hyogo (oeste) , donde 9.072 paneles solares con dimensiones de 1,7 metros por 1 metro se disponen sobre soportes flotantes de resina en la superficie del agua.
Las compañías energéticas están recurriendo a lagos, lagunas y canales como bases para la construcción de paneles solares, ya que el efecto refrigerante del agua previene el calentamiento de los paneles y contribuye a mantener la capacidad de producción en niveles más altos.
Países como Reino Unido, Australia, India e Italia ya cuentan este tipo de plantas.
La nueva planta nipona estará operada por una compañía afiliada de la corporación especializada en la fabricación de productos eléctricos Kyocera, y la electricidad generada se venderá a la energética Kansai Electric Power.
Una parte indeterminada de los ingresos anuales, que la operadora estima alrededor de los 100 millones de yenes (745.000 euros/813 millones de dólares) , se utilizará para pagar a un grupo de residentes locales a cargo del mantenimiento del estanque como una tarifa de alquiler del terreno, informó el diario nipón.