La JAXA tomó la decisión tras llegar a la conclusión de que no podrán restablecer las operaciones del aparato, dado que parece que los dos paneles solares con los que se proveía de energía se han desprendido, aparentemente por un fallo en su estructura, explicó en un comunicado.
La agencia se centrará ahora en investigar las causas revisando todas las fases: construcción, producción, revisión y operación.
“El problema es que no estaba diseñado para repararse ni para alertar de los errores de operación”, dijo el presidente de la JAXA, Saku Tsuneta, en una rueda de prensa recogida por la cadena pública NHK.
La comunicación con el Astro-H falló el pasado 26 de marzo a las 16:40 hora local (07:40 GMT), horas antes de que se desprendieran trozos del aparato. La agencia japonesa no fue capaz de restablecer la comunicación, aunque recibió varias ráfagas incompletas de datos del aparato.
En este sentido, la JAXA reveló hoy que “hay cosas que no cuadran”, y que es posible que las comunicaciones recibidas no procedieran del satélite, dada la frecuencia desde la que fueron enviadas.
El Astro-H, de unos 14 metros de largo y unas 2,7 toneladas de peso, fue lanzado el 17 de febrero y es el satélite más pesado lanzado hasta ahora por Japón. El dispositivo, fabricado por JAXA y la NASA estadounidense, y otras instituciones, tuvo un coste de unos 280 millones de dólares.
El satélite astronómico tenía el objetivo de orbitar a unos 580 kilómetros de altura y para observar agujeros negros y agrupaciones galácticas distantes a través de sus detectores de rayos gamma y cuatro telescopios de rayos X.