En el estudio participaron 137 pacientes, a los que se les administró por vía oral cannabidiol, un componente no psicoactivo de la marihuana.
Durante las 12 semanas de la investigación, las convulsiones se redujeron en una media del 54 por ciento. El 6 por ciento, 12 personas, tuvo que abandonar el tratamiento debido a efectos secundarios como diarrea, cansancio, pérdida de apetito, y somnolencia.
“Hasta ahora existen pocos estudios formales sobre este componente de la marihuana. Estos resultados son de gran interés, especialmente para los niños y los padres que buscan una respuesta para disminuir las convulsiones”, explicó el autor principal del estudio Orrin Devinsky, del Langone Comprenhensive Epilepsy Center de la Universidad de Nueva York.
El cannabidiol (CBD) es el principal componente de la planta y, a diferencia del tetrahidrocannabinol (THC), no es psicoactivo.
Se considera que tiene un alcance más amplio para aplicaciones médicas en enfermedades como la epilepsia, la esclerosis múltiple, los desórdenes de ansiedad y la esquizofrenia.