Los objetos hallados en la cueva Border Cave, un sitio arqueológico en la provincia KwaZulu-Natal (este), cerca de la frontera con Suazilandia, fueron datados en 44.000 años, aproximadamente el doble de la antigüedad que se creía tenían, señaló la investigación publicada en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (PNAS, por su sigla en inglés).
Estas señales de progreso, que muestran quizás los vestigios más antiguos de la cultura moderna en lo que se conoce como la Edad de Piedra Tardía, coincidiría con la primera migración conocida de humanos de África a Europa, dijo el estudio.
La investigación se centró en los objetos dejados por el llamado pueblo San, que incluyen cuentas de cáscara de huevo de avestruz, puntas de flecha de hueso, palos de madera para excavación, y colmillos de jabalí y cera de abejas probablemente utilizados para fabricar herramientas.
Los palos de excavación se supone que eran usados por las mujeres para desenterrar bulbos y larvas de termitas.
“Estos palos de excavación de la Border Cave son los artefactos más antiguos de este tipo conocidos en Sudáfrica o en cualquier otro lugar de África”, dijo Paola Villa, curadora del Museo de Historia Natural de la Universidad de Colorado (oeste de Estados Unidos).
El avance de la tecnología de caza se hace evidente con puntas de hueso más delgadas, que sugieren el uso de arcos y flechas, y vestigios del uso de veneno (extraído de las semillas de ricino) para reducir a animales medianos y grandes.
“Estas puntas de hueso podían atravesar pieles gruesas, pero la falta de potencia para tumbar (a grandes animales) explica el uso de veneno, probablemente clave para cazar con éxito”, dijo Villa.
Los investigadores también hallaron evidencia de lo que creen es el uso más antiguo conocido de la cera de abejas, combinada con huevo y resina, para ayudar a fijar objetos cortantes a las puntas de flechas u otras herramientas.
“Este complejo compuesto utilizado para fabricar puntas de flecha y herramientas, datado en 40.000 años de antigüedad, es la evidencia más antigua conocida del uso de cera de abejas”, dijo Lucinda Backwell, de la Universidad de Witwatersrand, Sudáfrica.
Las conclusiones del estudio, realizado por un equipo internacional de científicos liderado por Francesco d’Errico, del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS, por su sigla en francés), se suman al largo debate sobre cómo y cuándo surgió la cultura del humano moderno.