“En un lugar único a casi cien metros de profundidad hemos logrado encontrar abundante material para la investigación”, informó Semión Grigoriev, jefe de la expedición paleontológica Yana-2012, citado por las agencias rusas.
Entre los restos encontrados, Grigoriev mencionó “tejidos adiposos y suaves, lana y médula ósea de mamut”.
“Los resultados de la expedición se publicarán en prestigiosas revistas científicas. Detallada información de vídeo se podrá ver el próximo año en el canal National Geographic”, informó la Universidad Federal Nororiental (UFN) en un comunicado.
En la expedición participaron además de científicos rusos especialistas de Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá, Suecia y Corea del Sur, apunta la nota.
El hallazgo ha despertado ya el interés del controvertido científico surcoreano Hwang Woo-suk, experto en clonación animal de la Fundación de Investigación Biotécnica de Seúl.
Considerado en su momento un pionero en este terreno al clonar un perro en 2005, Hwang fue acusado en 2006 de falsificar pruebas científicas para confirmar sus atrevidas teorías sobre clonación humana.
Los expertos consideran que clonar un mamut es posible, ya que las células de ese animal prehistórico pueden encontrarse tanto en su sangre y órganos internos, como en la piel y los huesos.
La clave es encontrar tejido y células en buen estado en un animal que pereció, previsiblemente de frío o de hambre, hace miles de años.
La descodificación del ADN de la momia del paquidermo prehistórico, que es la que lleva la información genética sobre el animal, es una labor ardua que, en muchas ocasiones, concluye en fracaso al no hallarse ninguna célula viva.
En marzo pasado científicos rusos anunciaron los planes de clonar un ejemplar prehistórico de mamut que estuvo congelado durante 10.000 años en el territorio de Yakutia.
“Queremos llevar a cabo una clonación somática, al insertar el material genético de un mamut que vivió hace miles de años en las células de una elefanta actual”, dijo un portavoz Instituto de Ecología Aplicada (IEA) de Siberia a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
La fuente precisó que “las células madre serán trasvasadas al útero de una elefanta que gestará el feto durante 22 meses con el fin de que nazca, esperamos, una cría de mamut viva”.
En concreto, las células del mamut en cuestión se insertarían en embriones de un elefante procedente de la India, al tratarse de su pariente genético más cercano.
Los mamuts aparecieron en África hace 3 ó 4 millones de años, dos millones de años atrás emigraron hacia Europa y Asia y llegaron a América del Norte hace 500.000 años, pasando por el estrecho de Béring.
Para la ciencia sigue siendo una incógnita la causa de su desaparición, que se inició hace unos 11.000 años, cuando la población de estos animales empezó a descender hasta la total extinción de los últimos ejemplares siberianos hace 3.600 años.
La mayoría de los especialistas estiman que los mamuts se extinguieron debido a un brusco cambio de las temperaturas en la Tierra, aunque hay también quien lo atribuye al acoso de los cazadores o a una gran epidemia.