El cementerio es un depósito de mamíferos que cayeron en una trampa dentro de una cueva o se accidentaron y posteriormente murieron atrapados, dijo a Efe Joao Muñoz, uno de los científicos.
Muñoz afirmó que en la investigación también encontraron “huesos de roedores y de pequeños animales como lagartijas e inclusive peces”.
“En muy pocas partes del mundo este tipo de yacimientos se han encontrado y es una oportunidad científica para conocer la diversidad histórica y ancestral de nuestro país”, puntualizó Muñoz.
En el descubrimiento se encontraron vértebras, huesos largos, mandíbulas y dientes de grandes mamíferos herbívoros y carnívoros, que probablemente pertenecieron al inicio del período del Plio-Pleistoceno, un conjunto de épocas geológicas que comenzó hace 5,3 millones de años y concluyó hace unos 12.000 con la llegada del Holoceno.
Esa era está caracterizada por un enfriamiento atmosférico gradual.
Los investigadores hallaron los restos en cuevas y cavernas del municipio de Vélez, ubicado en el sur del departamento.
“En el marco de la investigación identificamos que no solo era un hallazgo aislado sino un cementerio fósil, es decir, una montaña de restos acumulados”, explicó otra de las investigadoras de la Universidad Nacional, Yaneth Muñoz.
La científica manifestó que los restos encontrados estaban “completos y no fragmentados” lo que permitió que al descubrir intactas las mandíbulas se distinguiera “que esos animales eran hervíboros y carnívoros”.
La ubicación exacta del descubrimiento no ha sido suministrada por los investigadores por motivos de seguridad, ya que el pasado mayo fue robada una cueva en Santander en la que posiblemente se encontraba otro cementerio óseo, al parecer, de tribus indígenas prehispánicas.
De acuerdo con la información, el descubrimiento permitirá estudiar y entender la evolución de la megafauna americana que llegó a la zona cuando emergió el istmo de Panamá, lo que creó un puente para permitir el paso de especies de Norteamérica y Centroamérica a América del Sur.