“Las redes del crimen organizado, en las que están implicados funcionarios corruptos, amenazan con hacer desaparecer a los grandes simios”, afirmó Daniel Stiles con motivo del lanzamiento del Proyecto para poner fin a la esclavitud de los grandes simios (PEGAS).
“Para capturar a un bebé simio matan sin piedad por lo menos a 10 grandes”, dijo ante la prensa desde el santuario de Ol Pejeta, 230 km al norte de Nairobi.
“Los huérfanos son vendidos casi como esclavos, podríamos decir, puesto que los grandes simios son la especie más cercana a los humanos”, añadió.
Centenares de grandes simios -chimpancés, gorilas y orangutanes- han sido “brutalmente capturados” y vendidos en países como Armenia, China, Egipto, Rusia, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos, según miembros del proyecto PEGAS.
Este tráfico “amenaza con hacer desaparecer a ciertas especies si dejamos que las actuales tendencias prosigan. Esto debe cesar por razones de conservación y por razones morales”.
Karl Ammann, que investiga sobre el comercio de animales salvajes, acusó a algunos gobiernos de cerrar los ojos.
Las autoridades deberían “detener a los implicados” en este tráfico, “pero no es eso lo que ocurre”, dijo.
En China, 84 chimpancés incautados en el marco de la represión del comercio ilegal, fueron hallados en zoológicos.
Según defensores de los animales algunos países de África venden de manera fraudulenta permisos de exportación, lo que permite que especies protegidas puedan ser negociadas con parques de atracción, zoológicos e incluso “como animales de compañía para gente rica”.
Entre 2005 y 2011, más de 22.000 grandes simios fueron abatidos o capturados para ser vendidos.