Este fármaco podría ser eficaz para tratar a personas con estrés postraumático, pánico y fobias.
Según han comprobado los autores de un trabajo que se publica en la American Journal of Psychiatry, una sola dosis inyectada de 7,8-dihidroxiflavona, derivado flavonoide que potencia nuevos aprendizajes emocionales, ayudó a reducir en los roedores el miedo asociado a un estímulo aversivo, informó hoy la UAB en una nota de prensa.
Los ratones expuestos a una situación traumática muestran una memoria más persistente del miedo condicionado -asocian un estímulo sonoro con un estímulo aversivo- y presentan falta de habilidad para inhibir ese temor. Es un fenómeno similar al que se da en personas que padecen el llamado Trastorno de Estrés Postraumático (TEP), una patología por ansiedad provocada por una situación altamente dramática, como un asalto violento, un desastre natural o un abuso físico.
La dosis de 7,8-dihidroxiflavona hace que este miedo condicionado se extinga de forma más rápida, porque activa los receptores TrkB del cerebro, probablemente de la amígdala, fundamentales para el aprendizaje y la memoria emocional. Los flavonoides están presentes en la dieta en alimentos como en el vino tinto, los cítricos, los cereales, el té y el chocolate (con más del 70% de cacao), entre otros.
La administración crónica de alimentos ricos en flavonoides en animales de laboratorio ha demostrado efectos neuroprotectores en roedores longevos, pero la activación de los receptores TrkB que producen es probablemente baja comparada con la 7,8-dihidroxiflavona. Los receptores TrkB del cerebro se activan en los mamíferos por la proteína BDNF.
Existen diversas patologías, como la depresión o los trastornos de ansiedad, en que esta proteína presenta alteraciones en sus funciones.
Desafortunadamente, indican las mismas fuentes, su administración como un fármaco está limitada porque la mayor parte de cantidad inyectada no atraviesa la barrera hematoencefálica y no puede actuar en el cerebro. Estudios recientes han demostrado que la 7,8-dihidroxiflavona es el primer fármaco que imita las acciones del BDNF y entra en el cerebro de una manera mucho más eficaz que la propia proteína, pudiendo presentar acciones terapéuticas en modelos animales con Alzheimer, infarto cerebral, Parkinson y depresión.
Los investigadores creen conveniente estudiar el efecto combinado de la 7,8-dihidroxiflavona con psicoterapia, administrándola en sesiones para tratar el miedo en transtornos de ansiedad, incluso a la pocas horas de ocurrir la experiencia traumática. Dirigidos por el doctor Kerry Ressler, de la Universidad de Emory, en el estudio han participado el doctor Antonio Armario, investigador del Instituto de Neurociencias de la UAB, y el doctor Raúl Andero, actualmente investigador de esa universidad estadounidense.
Según han comprobado los autores de un trabajo que se publica en la American Journal of Psychiatry, una sola dosis inyectada de 7,8-dihidroxiflavona, derivado flavonoide que potencia nuevos aprendizajes emocionales, ayudó a reducir en los roedores el miedo asociado a un estímulo aversivo, informó hoy la UAB en una nota de prensa.
Los ratones expuestos a una situación traumática muestran una memoria más persistente del miedo condicionado -asocian un estímulo sonoro con un estímulo aversivo- y presentan falta de habilidad para inhibir ese temor. Es un fenómeno similar al que se da en personas que padecen el llamado Trastorno de Estrés Postraumático (TEP), una patología por ansiedad provocada por una situación altamente dramática, como un asalto violento, un desastre natural o un abuso físico.
La dosis de 7,8-dihidroxiflavona hace que este miedo condicionado se extinga de forma más rápida, porque activa los receptores TrkB del cerebro, probablemente de la amígdala, fundamentales para el aprendizaje y la memoria emocional. Los flavonoides están presentes en la dieta en alimentos como en el vino tinto, los cítricos, los cereales, el té y el chocolate (con más del 70% de cacao), entre otros.
La administración crónica de alimentos ricos en flavonoides en animales de laboratorio ha demostrado efectos neuroprotectores en roedores longevos, pero la activación de los receptores TrkB que producen es probablemente baja comparada con la 7,8-dihidroxiflavona. Los receptores TrkB del cerebro se activan en los mamíferos por la proteína BDNF.
Existen diversas patologías, como la depresión o los trastornos de ansiedad, en que esta proteína presenta alteraciones en sus funciones.
Desafortunadamente, indican las mismas fuentes, su administración como un fármaco está limitada porque la mayor parte de cantidad inyectada no atraviesa la barrera hematoencefálica y no puede actuar en el cerebro. Estudios recientes han demostrado que la 7,8-dihidroxiflavona es el primer fármaco que imita las acciones del BDNF y entra en el cerebro de una manera mucho más eficaz que la propia proteína, pudiendo presentar acciones terapéuticas en modelos animales con Alzheimer, infarto cerebral, Parkinson y depresión.
Los investigadores creen conveniente estudiar el efecto combinado de la 7,8-dihidroxiflavona con psicoterapia, administrándola en sesiones para tratar el miedo en transtornos de ansiedad, incluso a la pocas horas de ocurrir la experiencia traumática. Dirigidos por el doctor Kerry Ressler, de la Universidad de Emory, en el estudio han participado el doctor Antonio Armario, investigador del Instituto de Neurociencias de la UAB, y el doctor Raúl Andero, actualmente investigador de esa universidad estadounidense.