“Ellas podrían obtener claves importantes para dirigir sus movimientos de corta distancia durante el amanecer, dado que se ha observado que las correcciones significativas (del curso) se dan en este momento del día”, dijo Takahiro Shimada, quien participó en el estudio, de la Universidad James Cook.
Las tortugas también estarían “utilizando la luz polarizada para recalibrar su brújula interna durante el amanecer”, explicó el científico en un comunicado emitido por la institución australiana.
Shimada y sus colegas etiquetaron 22 tortugas marinas y las transportaron a otro lugar que distaba entre 8 y 28 kilómetros de sus hogares y siguieron su trayecto a través del satélite.
Las tortugas marinas frecuentemente viajan grandes distancias e incluso lo hacen por aguas desconocidas para retornar a sus hábitats.
En el estudio, los científicos notaron una alternancia entre los períodos estacionarios y de desplazamiento en el que al parecer estos animales marinos evalúan y ajustan la dirección de sus trayectos durante el amanecer.
La media del tiempo utilizado para viajar es de ocho horas y después descansan alrededor de nueve horas para después cambiar su dirección al final de esta pausa, que generalmente sucede a primeras horas de la mañana.
La investigación de la Universidad James Cook da un nuevo ángulo a las evidencias que señalan que las tortugas marinas se apoyan en las señales geomagnéticas, las corrientes o los vientos para orientarse.