El presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Interactivas de España, director de la Feria Internacional del Videojuego y del Ocio Interactivo Gamelab y promotor de la candidatura del japonés creador de sagas como Mario Bros, Iván Fernández-Lobo ha destacado la capacidad de Miyamoto para “soñar el futuro”.
“Me quedo sobre todo con su carisma de creador genial y de soñador. Es una persona que sueña el futuro, además de historias y narrativas distintas y las plasma con franqueza tremenda, y así llega a una audiencia global sin distinción de edad, sexo o cultura”, ha añadido.
El creador de “Commandos”, Gonzo Suárez, otro gran impulsor de la candidatura de Miyamoto, ha destacado el “ratio de revoluciones sin parangón” en la forma de concebir el videojuego de este diseñador “enormemente afable, cercano y de gran vitalidad”, que todavía puede sorprender con importantes innovaciones.
El diseñador Xavier Carrillo también ha destacado el talento de Miyamoto para popularizar el videojuego e inmortalizar sus contenidos, sobre los que ha dicho que, por mucho tiempo que pase, siempre tienen actualidad. Sin duda, ha añadido, Miyamoto es “una persona excepcional que, evidentemente aportará todavía bastantes cosas” al mundo del videojuego.
Carrillo ha valorado especialmente que este prestigioso galardón haya recaído en esta ocasión en un diseñador de videojuegos, y ha destacado de Miyamoto su capacidad para incorporar valores universales en sus juegos y eliminar los elementos más violentos, con mensajes para cualquier público.
En su opinión, probablemente lo más sorprendente de Miyamoto es la “intemporalidad” en los contenidos de sus juegos, que incluyen elementos de “modernidad”, que hacen que se sigan comprando y jugando pese al paso de los años.
Por su parte, el copresidente de la multinacional española de contenidos Zed, Ignacio Pérez, se ha referido al diseñador japonés como “el mayor creador de videojuegos de todos los tiempos” y se ha mostrado satisfecho de que finalmente se haya hecho “justicia”.
Los miembros del jurado han coincidido en que los videojuegos de Miyamoto, quien competía en la votación final con el filósofo parisino Edgar Morin y la agencia fotográfica Magnum, son “didácticos y no violentos”, y eso los dota de una componente humanista.
Producciones de Miyamoto como "Mario Bros", "Donkey Kong" o "The Legend of Zelda" y el desarrollo de aparatos inspirados bajo su filosofía como la consola Wii han tenido alcance mundial.
Miyamoto ha declarado que su objetivo con los videojuegos ha sido siempre ofrecer “diversión y alegría” continua a personas de todas las generaciones y en todo el mundo. Este diseñador japonés, bautizado como “padre” del videojuego moderno, y principal referencia del ocio interactivo, además de “genio creador”, sigue lleno de vitalidad con casi 60 años, según los profesionales del sector, y curiosamente entró por enchufe a trabajar en Nintendo en 1977.
De su mente han surgido no sólo algunos de los personajes más icónicos de los videojuegos, como el feo pero simpático fontanero Super Mario, sino el desarrollo de dispositivos como la consola Wii, que ha disparado la audiencia del ocio interactivo e involucra en el juego a toda la familia.
El logro de convertir el movimiento corporal en mando de la Wii ha hecho mucho más sencilla la experiencia de juego. Además, se ha sabido ajustar esa máquina al mundo del deporte sin salir del salón, y a la mente, con el famoso “Brain Training”. Es tal la influencia de Miyamoto en el sector del videojuego que el simple rumor de una posible jubilación precipita a la baja las acciones de Nintendo.