La misión Rosetta, lanzada hace 20 años por la ESA, tiene el objetivo de estudiar, tanto a distancia como en el terreno, los gases, el polvo, la estructura del núcleo y los materiales orgánicos de este cometa.
Los científicos habían preseleccionado cinco posibles lugares de aterrizaje, algo que hasta ahora nunca se ha intentado, y eligieron durante el fin de semana el lugar J como objetivo principal. En caso de que no fuera posible, el objetivo secundario es un lugar llamado C.
El J es “el lugar que presenta menos riesgos, aunque siguen siendo muy elevados” , dijo Stephan Ulamec, responsable del sistema de aterrizaje del robot Philae.
Entre la separación de Philae de la sonda Rosetta, que estará entonces a unos 10 kilómetros del cometa, y su aterrizaje efectivo pasarán siete horas, según los científicos.
El intento de aterrizaje está previsto para el 11 de noviembre, aunque la fecha no se confirmará hasta el 26 de septiembre, indicó Fred Jansen, responsable de la misión Rosetta.
El proyecto tiene un coste de 1.300 millones de euros y está previsto que dure al menos hasta diciembre de 2015.