“Anoche, una colisión de protones en el Gran Colisionador de Hadrones (LHC, por sus siglas en inglés), llegó al récord de energía de 13 TeV (teraelectronvoltios) por primera vez”, dijo en una declaración la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).
La anterior cantidad de energía más alta registrada en el colisionador LHC fue de 8 TeV y fue alcanzada en 2012. El colisionador fue puesto de nuevo en marcha en abril, tras dos años de remodelación para aumentar sus capacidades y poder experimentar a 13 TeV. El LHC tiene potencial para llegar a 14 TeV.
Los experimentos tienen como objetivo lanzar pistas sobre cómo se creó el universo, a partir del estudio de las partículas fundamentales, que son la base de toda materia existente, y de las fuerzas que las controlan.
Antes de esta renovación, el LHC se utilizó para probar la existencia del Bosón de Higgs, también conocido como la partícula de Dios, que se supone tiene un papel fundamental en el mecanismo que origina la masa de las partículas elementales.
Este descubrimiento le supuso el premio Nobel de Física en 2013 para dos de los científicos que habían lanzado la teoría de la existencia del bosón en 1964.
Los choques que tuvieron lugar el miércoles en el LHC, situado en un túnel de 27 kilómetros (17 millas) , en la frontera francosuiza, son parte de un programa al que sucederán otros experimentos aún más ambiciosos, que comenzarán el próximo mes.
“Estas pruebas de colisión se hicieron para establecer sistemas que protejan la máquina y los detectores de las partículas que se apartan de los bordes del rayo”, dijo el CERN.
El LHC permite que los rayos, que contienen billones de protones que viajan al 99,9% de la velocidad de la luz, atraviesen el colisionador en direcciones opuestas.
Potentes imanes consiguen doblar los rayos de forma que chocan en determinados puntos del circuito del LHC, que cuenta con cuatro laboratorios con baterías de sensores para controlar las colisiones. Los escombros subatómicos son analizados después para hallar nuevas partículas y detectar las fuerzas que los mantienen unidos.
Un teraelectronvoltio es equivalente a la energía del movimiento de un mosquito cuando vuela, dijo el CERN en su sito web.
Pero dentro del LHC, la energía se comprime en un espacio extremadamente pequeño: cerca de un billón de veces más pequeño que un mosquito. Es esta intensidad la que hace que las partículas se rompan.