“Es increíble cómo ha cambiado la escena 'indie' en los últimos seis años. Una de las cosas más emocionantes es lo impredecible que se ha vuelto: somos incapaces de prever cuál será el siguiente éxito”, explica el responsable del programa de desarrollo independiente de Xbox (ID@XBOX), Chris Charla.
La sensibilidad tanto de Sony como de Microsoft con los juegos “indies” ha ido en aumento, algo que, en palabras del responsable del estudio español A Crowd of Monsters, Ramón Nafría, se debe a que satisfacen su “necesidad de contenidos” y a que da prestigio el mensaje de que “el grande se alía con el pequeño”.
Cada vez existe mayor expectación ante la llegada de títulos alternativos a consolas: como el español Rime y No Man's Sky (PS4), o Inside, Ori and the Blind Forest o Below (Xbox One) , que cohabitarán en las tiendas digitales con los juegos más comerciales.
“Hay muchos más juegos independientes que triple A en las tiendas de las nuevas consolas. (...) Ya no hay una diferencia tan grande entre la repercusión y la crítica que puedan tener ambos”, matiza Nafría, cuyo estudio está desarrollando Blues & Bullets, una aventura episódica de detectives para Xbox One.
A su juicio, los títulos alternativos, “más arriesgados”, se entienden ya como una representación artística, una herramienta de comunicación personal, “no solo como un camino, sino como una meta en sí mismos”.
“Son realmente originales, exploran áreas creativas diferentes. Para nosotros (Microsoft) algunos de los juegos más fascinantes están surgiendo de estudios pequeños e independientes, por eso es tan importante conseguir hacerlos visibles para nuestros jugadores”, sostiene Charla.
El responsable de ID@XBOX, un programa de Microsoft que trata de impulsar y promocionar el desarrollo independiente para la consola Xbox One, reconoce que lograr visibilidad es complejo para los pequeños estudios. Las grandes compañías están ojo avizor para detectar qué pequeñas joyas están siendo diseñadas en algún rincón del mundo.
“En la escena independiente no hay reglas que definan lo que convertirá a un juego en un éxito y eso es fascinante”, asevera el directivo de Microsoft, que recuerda que Minecraft -que la tecnológica acaba de adquirir por 2.500 millones de dólares- nació como proyecto unipersonal.
El responsable del estudio español destaca que los “indies” se han convertido en trabajos influyentes, tanto que grandes producciones los miran para incorporar las ideas innovadoras que demuestran funcionar.
El directivo considera que “hay mucho espacio” para que los desarrolladores 'indies' crezcan y creen títulos realmente revolucionarios que sean capaces de tener un gran impacto cultural. ”El éxito puede proceder hoy de cualquier estudio en cualquier lugar del mundo y eso es algo apasionante. Pienso en que hace veinte años tan solo 10 ó 20 estudios tenían la capacidad de dar el golpe y ahora eso puede estar en las manos de un adolescente, es impresionante“, dice Charla.
El contexto es ahora más propicio para los desarrolladores alternativos: se han democratizado y simplificado las herramientas de creación, se ha digitalizado la distribución y la audiencia empieza a querer probar cosas diferentes.
Pero el cuadro no fue siempre tan halagüeño y es justo reconocer a quienes abrieron camino para que sensibilidades diferentes tuvieran cabida en las consolas: destacan los desarrolladores de Flower, Journey y The Unfinished Swan (para PlayStation) o de Braid, Castle Crashers, Fez o Limbo (Xbox).
”La industria evoluciona sí o sí. Hay mucha innovación en los grandes juegos, pero los pequeños estudios independientes pueden darse el lujo de avanzar más rápido“, aclara Charla.
Al ser más pequeños y requerir inversiones menores, son más ágiles y eso les anima a salir de las fórmulas repetitivas de los títulos triple A instaurados en el ocio interactivo desde hace años. Así, aunque la comunidad ”indie“ se ha sentido tradicionalmente más cómoda en el territorio del PC, empieza a considerar a las consolas como un terreno también conquistable.
”Quiero creer que dentro de cinco años estaremos aún mejor que ahora", sentencia Nafría.