“Los entornos de diferentes equipos heterogéneos con plataformas diferentes y distintas versiones complican mucho su gestión”, mientras que “un sistema operativo único para todos los dispositivos facilita mucho su administración”, explicó Fernando Calvo, director de la división de Windows en España.
Windows 10, que aterrizará este jueves en 190 países y 110 idiomas, busca que el usuario disfrute de “la experiencia de la movilidad” de forma “consistente y familiar”, con un mismo sistema “independientemente” del dispositivo utilizado en cada momento: tableta, portátil, teléfono, etc.
Calvo recordó que los usuarios de Windows 7, Windows 8.1 y Windows Phone 8.1 podrán actualizar sus sistemas a la nueva versión del sistema operativo de Microsoft de forma gratuita durante el primer año tras su lanzamiento, haciendo así suya para siempre la licencia de Windows 10.
Según sus datos, el 80 por ciento de usuarios de Windows ya tiene una de esas versiones, por lo que no tendrán que pagar para actualizarlas. Microsoft espera alcanzar mil millones de dispositivos actualizados a Windows 10 en un par de años, ha dicho.
Sus positivas expectativas se apoyan en las valoraciones de los 5,5 millones de participantes en el programa “Windows Insider”, que han experimentado previamente con la nueva versión de Windows para manifestar sus opiniones.
Windows 10, que funciona incluso con la videoconsola Xbox One y permitirá hacer “streaming” (conexión por internet) de los juegos en otros dispositivos con Windows, se actualizará automáticamente y de forma permanente gracias a “la nube”, incluso cuando lo usen las empresas.
A nivel de consumidor “se ha trabajado mucho” para que Windows 10 tenga “muy buen rendimiento, sea seguro, compatible con el resto de dispositivos y aplicaciones y además sea familiar”, con una interfaz gráfica “más sencilla y cómoda de utilizar”.
Es un sistema operativo “ más inteligente ” , con todo integrado, que se adapta para permitir la máxima productividad y experiencia de uso en cada dispositivo, y además incorpora escritorios virtuales para separar tareas.
Por ejemplo, según Calvo, en el caso del dispositivo “dos en uno” Microsoft Surface, sólo con retirar la funda-teclado, el sistema reconoce automáticamente que se trabaja en modo tableta y ajusta las funcionalidades para usarlo de la forma más óptima y natural.
Windows 10 recupera el menú de inicio con un botón en la barra de tareas y la sencilla visualización de las aplicaciones más utilizadas o los últimos documentos vistos.
La nueva versión de Windows desvela un nuevo paradigma de “aplicación” de carácter universal, concebida para funcionar indistintamente en cualquier dispositivo: el usuario la adquiere en una sola tienda y se actualiza permanentemente gracias a “la nube”.
En cuanto al asistente personal virtual Cortana, ahora es “mucho más intuitivo” y avanzado a la hora de aprender del usuario y avisarle o proponerle cosas, y se integra también en tabletas y PC. Además, entiende nuevos idiomas, como el castellano, y está adaptado a la cultura local de cada región para interactuar con el usuario de viva voz de forma natural.
Windows 10 también integra Microsoft Edge, un navegador de internet mucho más rápido y ligero, que permite usar funcionalidades de una pantalla táctil, como destacar trozos de un artículo, marcarlos directamente con el dedo o un lápiz digital y enviarlos a los contactos.
El reconocimiento biométrico, incluso facial en 3D si los equipos incluyen cámara, es otra funcionalidad del nuevo sistema, con Windows Hello, que reconoce al dueño del dispositivo y le permite demostrar su identidad también sin claves.
Aunque esta semana se inicia el despliegue de Windows 10, su gran impulso comercial llegará en el último trimestre y especialmente en navidad, con la previsible venta de numerosos equipos con la nueva versión desde fábrica, algo en lo que trabajan muchas empresas.