El escarabajo que viaja sobre el cuerpo de las hormigas

Para un pequeño escarabajo la vida en la selva supone muchos peligros. Pero el Nymphister kronaueri tiene un truco perfecto que le asegura su supervivencia: el insecto se desplaza sobre el abdomen de las hormigas para pasar desapercibido.

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El camuflaje es tan perfecto que incluso Daniel Kronauer, de la Universidad de Rockefeller en Nueva York, por poco no descubrió esta especie de escarabajo durante una trabajo de investigación en la selva tropical de Costa Rica.

El escarabajo Nymphister kronaueri recibió el nombre en honor del investigador especializado en hormigas y el primero en descubrir a este parásito.

Las colonias de hormigas en América del Sur y Central deambulan en busca de alimento y no construyen nidos permanentes, sino que forman nidos temporales, los llamados vivac. En su fase de nomadismo, construyen todas las noches un nuevo vivac. Durante esta emigración nocturna los acompañantes y parásitos aprovechan el traslado.

Y así, el Nymphister kronaueri encontró una manera segura de trasladarse, ahorrando además mucha y energía. El escarabajo se aferra con sus mandíbulas al cuerpo de las hormigas de la especie Eciton mexicanum y comienza a viajar.

Un equipo de investigación de la Universidad Técnica de Darmstadt, en el Estado alemán de Hesse, notó por primera vez que algunas partes de las hormigas brillaban de manera diferente.

El investigador Christoph von Beeren, autor del primer estudio publicado sobre este hallazgo en la revista "BMC Zoología", explica que el abdomen de algunas hormigas parecía raro, porque reflejaba la luz de forma diferente. Visto desde arriba, es difícil ver una diferencia y detectar este parásito porque se confunde con el abdomen de las hormigas. Pero cuando se mira de costado, se ve al polizón. Las hormigas parecieran tener un segundo abdomen, que en realidad son los escarabajos, señala Von Beeren.

Al observarse más de cerca, los investigadores notaron que la estructura fina del cuerpo de la hormiga y del escarabajo eran similares. Los expertos presumen que por eso los escarabajos tienen más facilidades de camuflarse e integrarse en estas colonias de hormigas.

La espalda de las hormigas parece ser un lugar muy popular para compañeros de viaje: ya en 1932 el entomólogo alemán August Reichensperger descubrió que el escarabajo Latronister rugosus también se trasladaba sobre una hromiga, pero en este caso, en la parte de abajo del insecto.

"En todo el mundo hay una gran variedad de escarabajos y otros organismos que aprovechan la cercanía de las hormigas y sus nidos", señala Damir Kovac, jefe de la sección de Entomología del Instituto de Investigación de Senckenberg, cerca de Fráncfort.

Los peces plateados, avispas, escarabajos, ácaros y moscas son conocidos por explotar colonias de hormigas en diferentes tareas parasitarias, agrega.

Para pasar desapercibidos entre las hormigas anfitrionas, estos parásitos toman por ejemplo el olor de los nidos y producen olores químicos similares. Otros animales, a su vez, imitan las habilidades motoras y la imagen de las hormigas, apunta Kovac.

Así, hay organismos que, como el Nymphister kronaueri, tienen una estructura de piel similar a las hormigas. Si una hormiga toca a este compañero de morada con sus antenas no lo reconoce como un intruso, sino que lo considera un congénere.

"Es muy probable que haya un gran número de invitados aún por descubrir entre las comunidades de hormigas", sostiene Von Beeren.

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