El producto de base viene sobre todo de China y los ingredientes que lo componen pueden ser variados y dosificados al infinito para estar siempre un paso adelante de la ley y la reglamentación.
“Lo vemos en todas partes del país”, indicó Chuck Rosenberg, director interino de la DEA, la agencia federal encargada de la lucha contra el tráfico de drogas, a la radio pública. “Las mezclas varían. Los productos químicos varían. Usted y yo podríamos comprar y usar el mismo paquete y tener reacciones muy diferentes al producto”, explicó.
Desde el inicio del año, los centros de desintoxicación de todo el país han recibido 5.200 consultas por incidentes vinculados al cannabis sintético. El incremento es espectacular. En 2014, la cantidad de consultas era de 3.680 y eran solo 2.668 un año antes, según las estadísticas de la asociación nacional de centros de desintoxicación.
“El cannabis sintético puede causar una ansiedad extrema, paranoia, crisis de angustia, disociaciones, un episodio psicótico y alucinaciones”, advierte el sitio internet k2zombiedc.com, administrado por la ciudad de Washington y dirigido a los jóvenes. “Estos comportamientos son conocidos como ’el efecto zombie’”, subraya el sitio.
El cannabis sintético puede parecer a primera vista marihuana natural pero puede ser adictivo y mortal debido a la fuerte concentración de productos destinados a imitar el tetrahidrocannabinol (THC), el principio activo de la planta.
El efecto de estos productos químicos sobre los receptores cerebrales puede ser “100 veces más potente que el THC”, explicó a la AFP Marilyn Huestis, investigadora del instituto nacional estadounidense sobre el abuso de drogas.
Como la reglamentación nunca se actualiza tan rápido como el producto, éste puede ser encontrado legalmente en los mostradores de pequeñas tiendas de comestibles barriales, estaciones de servicio pero sobre todo en internet.
Una rápida búsqueda en la red y una tarjeta de crédito alcanzan.
“Me encanta”, dice un cliente en uno de los sitios que venden “Bizarro”. “Le doy un puntaje de 9/10. Es un producto muy potente y la entrega es realmente rápida”.
Según un sondeo realizado en 2012 por la universidad de Michigan, el cannabis sintético era la segunda droga más consumida por los jóvenes cursando bachillerato, apenas por debajo del cannabis natural.
“Es un problema monstruoso”, declaró Huestis. “Todo el mundo piensa que se trata de una sola droga” , subrayó Mark Ryan, director del centro de control de envenenamiento de Luisiana. Pero “sabemos que hay más de 300 tipos de droga diferentes que están en circulación en el momento en que estoy hablando”, explicó, en una entrevista telefónica.
Otro problema es que es casi imposible identificar los productos químicos con los tests estándar a disposición de las fuerzas del orden.
“Hemos realizado 65 arrestos en los últimos dos meses de compradores y vendedores de este producto”, explicó la jefa de la policía de Washington DC, Cathy Lanier, en una reunión pública esta semana. “Y no podemos perseguirlos” en la justicia, subrayó.
Washington es una de las ciudades más afectadas por el fenómeno. A inicios de agosto la policía disparó e hirió a una mujer de 22 años que, bajo la influencia de cannabis sintético, blandía un cuchillo y profería amenazas.
En junio nueve personas fueron hospitalizadas de urgencia tras una sobredosis.
El estado de Nueva York registró por su parte 1.900 visitas a las emergencias vinculadas al consumo de la sustancia, entre abril y junio de este año.
El riesgo de adicción es real, como lo demuestran los testimonios reunidos en el sitio SpiceAddictionSupport.org.
“Todo lo que me importaba era fumar ’Spice’”, indicó Taylor. “los efectos de la falta (de la sustancia) eran severos (...) Ya no era yo, vivía acostado planeando mirar pasar mi vida frente a mí como si estuviera en el cine”.