La viabilidad del prototipo suizo, que ha realizado varios vuelos en Europa y consiguió llegar a Marruecos en un trayecto en el que hizo escala en Madrid, quedó confirmada cuando logró volar un total de 26 horas continuadas sin una gota de carburante.
Ahora el Solar Impulse ha sido totalmente desmantelado y para esta semana -entre el miércoles y sábado próximos- se espera la llegada a la localidad suiza de Payerne -donde tiene su hangar- de un Boeing que lo transportará a EE.UU., dijeron hoy los organizadores.
Una vez en territorio estadounidense, el avión solar será ensamblado durante el mes de marzo y en abril realizará varios vuelos de prueba.
El objetivo es que despegue del Aeropuerto Federal de Moffett (California) y cruce el país haciendo varias escalas hasta su destino final en Nueva York.
El renombre que ha adquirido el proyecto Solar Impulse ha llevado en los últimos días al Gobierno suizo a renovarle su compromiso financiero, por un importe de 1,25 millones de euros para el periodo 2013-2015.
Las facilidades y subvenciones concedidas desde 2007 y hasta 2012 a Solar Impulse están valoradas en 4,7 millones de euros.
Las autoridades esperan sacar provecho de la visibilidad internacional de esta experiencia, que combina la tecnología aeronáutica y la eficiencia energética, para promocionar la imagen de Suiza en el exterior.
Para 2015 está prevista una gira mundial que será realizada no por éste, sino por un segundo prototipo de aeronave solar que ya está en construcción en Zúrich.
El avión solar es ultraligero (1.600 kilos) y su peso se concentra en sus dos inmensas alas cubiertas de células foltovoltaicas, donde almacena la energía necesaria para sus travesías.