En el Salón Internacional de artículos electrónicos (CES-2015) que se celebra en Las Vegas (Nevada, oeste de EEUU), una nueva especie de automóvil que es casi totalmente autónomo y de elaborada tecnología interactiva ofreció una vitrina a lo que será el tránsito vial en los próximos años.
Uno de los prototipos más ambiciosos de la muestra electrónica viene del fabricante alemán Daimler, que puso a circular un Mercedes-Benz F 015 eléctrico en las calles de Las Vegas sin un conductor: los cuatro ocupantes podían conversar cara a cara y dejar el trámite del manejo en manos de una computadora a bordo.
Pero la interactividad se extiende más allá del vehículo en sí: el coche puede proyectar un cruce de peatones para ayudar a las personas a cruzar la calle de forma segura.
“Obviamente, se ha hablado ya de automóviles autónomos. Ahora hemos demostrado que podemos hacerlo y dominar esta tecnología”, dijo el jefe de Daimler, Dieter Zetsche, en una entrevista con AFP. “Pero esto es más que tecnología”, añadió el ejecutivo, al señalar que su Mercedes “devuelve dos cosas muy importantes a la gente: espacio y tiempo”.
Las empresas automotrices y tecnológicas presentes en la feria de Las Vegas han estado exponiendo las cosas que se pueden hacer, aunque no parece que el público esté listo para estos productos.
Mientras Google trabaja en un vehículo totalmente autónomo, otros fabricantes tienen un acercamiento más gradual y se limitan a implementar tecnologías para estacionar el coche y evitar accidentes de forma automática.
“Tenemos lo que sabemos que se puede hacer a nivel técnico y lo que el público está dispuesto a aceptar”, dijo Guillaume Devauchelle, vicepresidente de la firma francesa de partes para coches Valeo.
La noción de un vehículo totalmente autónomo “asusta”, dijo Devauchelle: “Lo que estamos intentando hacer es ir construyendo la confianza (del consumidor) a través de funciones que son simples y más económicas”.
Valeo hizo una demostración en la que llevó a algunos periodistas a dar una vuelta por Las Vegas en un Volkswagen Passat equipado con su tecnología Cruise4U, que permite al conductor usar el piloto automático para el manejo del volante, el acelerador y el freno, así como para evitar colisiones.
Valeo calcula que esta clase de sistemas estarán en el mercado para 2017, pero según Devauchelle tomará varias generaciones de vehículos llegar a situaciones de conducción más complejas.
Mientras, Audi usó su prototipo para navegar 900 Km desde el norte de California a Las Vegas. Daniel Lipinski, líder del proyecto de piloto automático para autopistas en Estados Unidos, también advirtió contra el peligro de avanzar demasiado rápidamente con esta tecnología. Incluso los coches autónomos “necesitan algún tipo de supervisión para garantizar que el conductor sea capaz de tomar el mando”.
Y Ford promociona su automóvil “semiautónomo”, que da asistencia en algunas funciones. “Ya estamos fabricando y vendiendo vehículos semiautónomos que usan sofware y sensores para estacionar en espacios tanto paralelos como perpendiculares al coche, que ajustan la velocidad en función del flujo del tráfico o que aplican los frenos en una emergencia”, dijo Raj Nair, jefe técnico de Ford.
Otro asunto clave es la conectividad. Algunos coches se conectan no sólo a los teléfonos inteligentes, las tabletas e internet, sino además a los artículos electrónicos “ponibles” como pulseras y relojes.
El surcoreano Hyundai introdujo un reloj basado en el sofware Android que se conecta al sistema del coche para encender o apagar el motor, abrir o cerrar las puertas o ayudar al conductor a localizar su vehículo en un estacionamiento.
Otro, BMW, mostró un sistema que se vale de la televisión para cerrar las puertas de los automóviles. Según Zetsche, todas estas innovaciones son pequeños pasos hacia un mundo de coches totalmente autónomos dentro de una década.