Herrero es autor del libro “Desarrollo sostenible: Transición hacia la coevolución global”.
Si las urbes no se convierten en sostenibles, “el planeta no lo será”, afirma el experto, al indicar que la tendencia “urbanita” es imparable, ya que se trata de una transición que está ligada a la evolución económica y la ecológica.
En su libro, Herrero explica que “el 55% de la humanidad se concentra en entornos urbanos, mientras que para el año 2050 se espera que prácticamente un 70% del total esté concentrado en las ciudades”, y en el caso de Europa “cerca del 80%”.
Y es que estamos ante una de las grandes transiciones que se suma a la tendencia global “hacia el desarrollo coevolutivo”, según Jiménez, para quien la denominación de “desarrollo sostenible” se ha agotado.
En opinión de Jiménez, son necesarios sistemas más eficientes, con menos consumo y con menos impacto ambiental, lo que "debe ser la clave de una economía eficiente, competitiva en consonancia y equilibrio con la ecología".
Es partidario de "reformular la economía en clave de ecología" creando productos y servicios que consuman menos recursos y de forma sostenible.
En este sentido, Jiménez hace hincapié en la normativa internacional, en el acuerdo sellado con la Agenda 2030 -agenda para el desarrollo sostenible mundial-, aprobada en 2015 y que incluye 17 objetivos con 169 metas "para un cambio de modelo definitivo".
"Conseguir este acuerdo ha sido un gran paso", añadió el experto, para quien el Acuerdo sobre el cambio climático de París, que brindó "cierto consenso internacional" para abordar el reto del cambio climático, es "el más importante para la economía y la sociedad actual".
Con esos dos elementos "parece que estamos ante una nueva alianza estratégica", destacó Jiménez, pues "aunque todavía no sabemos la postura de Estados Unidos, hay un marco de referencia".