Entre estos nuevos hallazgos destaca la figura de un general que de mayor tamaño pero su escudo es más pequeño, delicado y mejor realizado, "lo que sugiere que es un general de alto rango", indicó el subdirector de excavaciones del Museo de los Soldados de Terracota, Shen Maosheng, en declaraciones hoy a la agencia Xinhua.
Se trata del décimo general desenterrado desde que los guerreros fueron descubiertos en 1974 por un campesino en una zona cercana a la capital de la provincia noroccidental china de Shaanxi. Estos nuevos soldados han sido desenterrados en la tercera excavación, iniciada el 13 de junio de 2009.
Los guerreros de terracota son uno de los símbolos más arquetípicos de la unidad cultural china, junto con la Gran Muralla, también del mismo periodo, porque fueron creados para ser enterrados con el primer emperador que unificó China durante la dinastía Qin (221-206 a.C.), Qin Shihuang.
En la zona de excavaciones, de 400 metros cuadrados, los arqueólogos trabajan en zanjas de 20 metros de largo por 3 de ancho donde desentierran con paciencia los restos de este auténtico ejército de arcilla que el primer emperador chino quiso llevarse al "más allá".
El general de terracota se encontraba en el centro de la zanja, con los restos de un carro a ambos lados, y su parte inferior se conserva intacta, mientras que la superior está rota en pedazos.
Se trata del décimo general desenterrado desde que los guerreros fueron descubiertos en 1974 por un campesino en una zona cercana a la capital de la provincia noroccidental china de Shaanxi. Estos nuevos soldados han sido desenterrados en la tercera excavación, iniciada el 13 de junio de 2009.
Los guerreros de terracota son uno de los símbolos más arquetípicos de la unidad cultural china, junto con la Gran Muralla, también del mismo periodo, porque fueron creados para ser enterrados con el primer emperador que unificó China durante la dinastía Qin (221-206 a.C.), Qin Shihuang.
En la zona de excavaciones, de 400 metros cuadrados, los arqueólogos trabajan en zanjas de 20 metros de largo por 3 de ancho donde desentierran con paciencia los restos de este auténtico ejército de arcilla que el primer emperador chino quiso llevarse al "más allá".
El general de terracota se encontraba en el centro de la zanja, con los restos de un carro a ambos lados, y su parte inferior se conserva intacta, mientras que la superior está rota en pedazos.