El fósil estudiado estaba afectado por la tiña, una micosis que afecta al pelaje y existe hoy en día también, constataron los científicos.
Bautizado Spinolestes xenarthrosus, este fósil, perfectamente conservado, fue descubierto en 2011 en Las Hoyas, un yacimiento del Cretáceo inferior (-127 millones de años) situado cerca de la ciudad española de Cuenca.
Esta “bola de pelos” acaba de ser descrita por un equipo internacional de paleontólogos, en un estudio publicado el miércoles en la revista británica Nature.
Los estudiosos concluyeron que se trataba de una nueva especie perteneciente a la orden de los eutriconodontos, una línea de mamíferos desaparecidos al final de la era Mesozoico (-252,2 a - 66 millones de años) , y era de la familia de los gobiconodontos.
Spinolestes xenarthrosus se alimentaba de insectos y larvas, pesaba entre 50 y 70 cm y medía 25 cm de longitud. Tenía dientes acerados, columna vertebral, patas para escarbar la tierra como los armadillos, una melena a lo largo del dorso y pequeñas espinas similares a las del erizo.
Si este animal poseía las características clásicas de su familia, como su pelaje, la presencia de espinas muy particulares “lo hace único en su género”, subraya el CNRS (Centro Nacional de Investigación Científica) francés, que tiene a un científico de la Universidad de Rennes, Romain Vullo, partícipe del estudio. “Su evolución se realizó independientemente de especies con espinas como los erizos”.
El fósil todavía posee bronquiolos pulmonares y restos de hígado. “Se trata de los órganos de mamíferos más antiguos encontrados hasta ahora”, subraya Thomas Martin, científico de la Universidad de Bonn, uno de los autores del estudio.
Los científicos delimitaron el emplazamiento del diafragma del animal, “una primera prueba fósil de que el sistema respiratorio único de los mamíferos era funcional desde el Mesozoico”, señala el CNRS.
Gracias a este fósil, “tenemos pruebas concluyentes de que varias características fundamentales de los mamíferos ya estaban bien establecidas hace 125 millones de años, en la época de los dinosaurios”, indica Zhe-Xi Luo, científico de la Universidad de Chicago, uno de los autores del estudio.
Las Hoyas, única en Europa, es un depósito sedimentario que contiene gran diversidad de fósiles, aprisionados en un antiguo entorno cenagosa.