Los científicos dirigidos por Min Zhu, de la Academia China de las Ciencias de Pekín, creen que el que han bautizado como “entelognathus primordialis” vivió hace al menos 419 millones de años y “es el vertebrado más primitivo con una mandíbula moderna”.
El espécimen es un placodermo, con la piel formada por placas, miembro de un grupo ya extinguido de gnatostomas, peces que desarrollaron mandíbulas a partir de la modificación de sus agallas anteriores.
La mandíbula de este fósil es muy parecida a la de un pez óseo actual, lo que sugiere una relación entre los placodermos y los osteictios o peces óseos. La mayoría de los peces que existen hoy en día tienen esqueleto óseo y algunos cartilaginoso, como los escualos.
Hasta ahora se creía que el antecesor común más reciente de los vertebrados modernos con mandíbulas se parecía al tiburón, pero, según Nature, el nuevo fósil cuestiona esta teoría al establecer ese vínculo evolutivo entre los placodermos y los peces óseos.
El “Entelognathus primordialis”, que seguramente tuvo unos 20 centímetros de longitud, presenta una estructura mandibular que hasta ahora se atribuía solo a los peces óseos, apuntan los investigadores.
La aparición de la mandíbula es un momento clave en la evolución de los vertebrados, pero todavía quedan interrogantes sobre cómo se diferenciaron los vertebrados con o sin mentón.
Antes de los gnatostomas, existían los peces telodontos que habitaron en el silúrico tardío y que eran agnatos, es decir, peces que no tenían mandíbula. Según los expertos, el descubrimiento del fósil más antiguo de un vertebrado con mandíbula “ofrecerá una nueva perspectiva sobre la temprana evolución de estas criaturas”.
El descubrimiento del equipo de Min Zhu arroja luz sobre el último estadio del proceso evolutivo, cuando los peces vertebrados con mandíbula moderna, como tiburones y peces óseos, habrían emergido del grupo de los placodermos, peces vertebrados acorazados y mandibulados.