El curioso mamífero, bautizado Inermorostrum xenops, fue descubierto por un submarinista en el río Wando, en Carolina del Sur. Representa un antiguo miembro de la familia de los odontocetos, que comprende actualmente los cachalotes, las orcas, los delfines y los narvales.
Este delfín arcaico era “increíblemente minúsculo”, entre 1,2 y 1,5 metros, según el estudio publicado el miércoles en la revista británica Proceedings of the Royal Society B. Su hocico, “extremadamente corto, estaba desprovisto de dientes” y probablemente dotado de largos labios y bigotes.
Estas características son excepcionales para un miembro de la extinta familia de los Xenorophidaes, integrada principalmente por cetáceos de “mayor tamaño, con un hocico al menos tres veces más largo y una dentadura con al menos 11 dientes en la mandíbula superior”, según el equipo de investigadores del College of Charleston a cargo del estudio.
La falta de dientes hace suponer que el delfín se alimentaba únicamente aspirando, -como lo hace actualmente la morsa-, ingiriendo peces, calamares u otros invertebrados de cuerpo blando. Curiosamente, “solo” cuatro millones de años antes, los odontocetos ya existían pero tenían dientes, lo cual prueba hasta qué punto una especie puede evolucionar rápidamente, según los investigadores.